Alrededor de 300 personas condenaron el viernes pasado en la Plaza de los Fueros de Tudela la muerte de la ecuatoriana de 29 años Flor María Camacho Torres, a manos de su pareja, el también ecuatoriano Héctor David Moreno García, de 22, que después se suicidó. Flor María era madre de dos hijos, de 8 y 12 años, de una relación anterior, y residentes en Ecuador, junto a sus abuelos.
En la concentración, a la que asistieron dos hermanas de la fallecida, residentes en Madrid, la concejala de Bienestar Social y Mujer, Concha Bustillo, leyó un comunicado en el que todo el Ayuntamiento hacía pública la condena de este hecho. “Nos dirigimos a la opinión pública para realizar una reflexión conjunta, que promueva el compromiso personal, social y profesional en la prevención y superación de las situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres que, en demasiadas ocasiones, tienen como consecuencia situaciones de violencia”, dijo la edil, quien ofreció el Centro de Atención Integral a la Mujer -abierto desde el año pasado y que abre de ocho de la mañana a ocho de la tarde- a todas las mujeres que necesiten asistencia.
El luctuoso hecho, cuyo eco traspasó las fronteras de Navarra, también se condenó en Pamplona, con sendas concentraciones de protesta: una delante del Instituto navarro de Igualdad, y otra, en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona.