El sol y las altas temperaturas de las ediciones pasadas no hicieron acto de presencia en la X Extreme Bardenas que se celebró el pasado domingo en Arguedas. Sin embargo, la prueba mantuvo su grado de dureza con el especial protagonismo, en esta ocasión, del polvo. Pero estos son los encantos de esta carrera que cuenta con un paisaje de lujo, las Bardenas Reales. “Todo ha salido muy bien y la carrera ha transcurrido muy tranquila, la organización ha sido perfecta y la gente se ha comportado”, destacaba un orgulloso Ramón Domínguez, presidente del Club Ciclista Arguedano, entidad organizadora del evento.
Heridos
El décimo aniversario de la Extreme contó, además, con un corredor de excepción, el pentacampeón del Tour de Francia, Miguel Induráin. En principio sólo iba a ser el encargado de cortar la cinta en el momento de la salida, pero también quiso formar parte de esta aventura y recorrió 50 de los 100 kilómetros de los que constaba el recorrido. “Fue un señor, atendió a todo el mundo, se hizo fotos. Vamos, una persona maravillosa”, apuntaba Domínguez.
La Extreme dejó este año diversos accidentes que obligaron incluso a realizar un traslado en helicóptero hasta el hospital Reina Sofía. Fue el caso de un motorista de la organización, que sufrió rotura de ligamentos. Además hubo una fractura de clavícula, una pérdida de consciencia, mareos, así como un esguince cervical junto a fractura de dos dedos y contusiones múltiples. “Todos fueron dados de alta”, indicaba Domínguez.
