Coincidiendo con las polémicas palabras de la parlamentaria Miren Aranoa al comparar el apoyo al Auditorio de Barañáin con el teatro Gaztambide, Javier Gómez, concejal de Cultura de Tudela, hace un repaso de lo que ha ocurrido hasta ahora y lo que se avecina en esta área dinamizadora de la ciudad. El propio Gaztambide y el papel de los colectivos culturales tudelanos son los principales focos de atención.
La programación del Gaztambide se lanzó hace unos días. Hasta el momento, ¿cuáles son las opiniones que ha podido recoger?
Hasta la fecha, son buenas. En redes sociales y otros foros nadie nos ha dicho que no le guste. Aun así estoy seguro de que hay carencias y aspectos a mejorar. No es por justificarnos, pero hemos tenido poco tiempo y el proceso se ha alargado porque se ha elaborado entre todo el equipo. También nos gustaría que la gente nos haga propuestas. Estamos abiertos a todos.
Y poco después de que se haga pública, llega el “esto es lo que hay” de la parlamentaria Miren Aranoa.
Lo que hay es una intervención muy desafortunada, pero de esto tenemos que aprender, analizar, reflexionar y actuar en consecuencia. Los espacios escénicos sólo pueden pedir las ayudas para artes escénicas como hacia Barañáin, y en el que teníamos parecida subvención. Ahora Barañáin hace una propuesta comarcal. No podría ser de otra manera, porque recibe más ayuda que toda la ribera junta. Entonces tenemos que presentar un ambicioso proyecto comarcal a Gobierno de Navarra, y a ver que pasa.
Como concejal de Cultura, ¿cómo se sintió al escucharlas?
Sorprendido y decepcionado. Me dio la sensación de que volvíamos a lo de siempre, al trato desigual. La brecha territorial de la Ribera es terrible y, como he dicho, esto no ayuda en nada. Además, todas las conversaciones que hemos tenido con la consejera de Cultura han ido en la línea de sumar, de colaborar y de estrechar lazos, aportando no sólo a nivel de Tudela sino a nivel comarcal.
La justificación de Aranoa para explicar la diferencia de apoyo era la labor social del Auditorio. ¿No cumple el Gaztambide en Tudela una labor social?
La labor y el componente social abarcan toda la cultura de Tudela. El Gaztambide y su programación supone una pequeña parte de ese aporte social. Si miramos exclusivamente el Gaztambide, es cierto que es un espacio cerrado que se abre para hacer determinadas actuaciones. Pero también allí se han llevado a cabo actuaciones a favor de la Asociación Contra el Cáncer o para apoyar a grupos y colectivos locales. Eso hay que dejarlo claro, como también que el Gaztambide es un espacio que cuesta mantener 100.000 euros al año y supone un gran gasto. Lo que dedicamos al Gaztambide sale del dinero destinado a Cultura.
¿Qué le han transmitido los colectivos culturales con los que se ha reunido hasta el momento?
Como es normal, tenían la duda de si iban a continuar haciendo su labor, y por supuesto que van a continuar haciéndola. Hemos transmitido la idea de que tenemos que trabajar juntos por la cultura, para mejorarla de cara a Tudela, de que el equipo de gobierno podrá tomar determinadas decisiones pero el trabajo es de todos. Muchos me han transmitido también su inquietud por fomentar la inclusión en sus actividades y vamos a recoger el guante poco a poco. Ya lo hemos hecho en iniciativas como Artemix y lo tenemos en mente para otras.
Los convenios con los colectivos volverán desde este año a realizarse forma directa, sin concurso de por medio. ¿Ya se han materializado las renovaciones de los convenios pendientes?
Estamos en ello y en breve se harán oficiales los que han de renovarse este año (Grupo de Danzas, Banda de Música, Coro Joaquín Gaztambide y Centro Miguel Sánchez Montes). Como he dicho, vamos a seguir contando con ellos. Sí que va a haber algún cambio, muy pequeño, en el sentido de que intentaremos innovar en algunos aspectos y motivarles a que hagan cosas nuevas y diferentes. Todo ello siempre con el objetivo de mejorar. Todas estas asociaciones o entes cumplen una importantísima labor social en nuestra ciudad y nuestra comarca.
En campaña electoral hablaron de revitalizar el asociacionismo cultural de la ciudad. ¿Cómo se conseguirá esa revitalización?
Debemos concretar muchas cosas, pero, de momento, estamos contando con todos y haciendo un hueco para escucharles. Todos debemos ser conscientes de que los recursos son pocos y habrá que gestionarlos de la mejor manera. Los colectivos tienen su apartado y necesitan sus presupuestos. En ese sentido somos cuidadosos e intentamos mantenerlos y, si se puede, aumentarlos. Pero lo fundamental, que es escucharles, dejarnos asesorar y hacerles sentir el apoyo, lo haremos sin ninguna duda. Y todavía tengo alguna reunión pendiente.
Otra de sus propuestas era de la mancomunar iniciativas con otros municipios de la Comarca.
Colaboramos con otros ayuntamientos, como por ejemplo el de Murchante por el ‘Año Basiano’ de este 2016. Y la idea es seguir así e incluso proponer otro tipo de iniciativas como asumir gastos conjuntamente al traer determinadas actuaciones, exposiciones o artistas a la zona. Pero son sólo ideas. Hay que concretarlas en una reunión con concejales y técnicos de Cultura de la Ribera de Navarra, que espero poder celebrar muy pronto. Debemos dejar claro que estamos ahí y que formamos una merindad potente. Incluso con ciudades o pueblos cercanos de otras comunidades.
¿Cuál va a ser su ‘idea fuerza’ en la política cultural de aquí a final de la legislatura?
Me gustaría conseguir el equilibrio perfecto. Para eso necesitaré mucha información y la colaboración de mucha gente. Al fin y al cabo, la cultura la hacemos entre todas y todos.
