Agro Gastronomía

Profesores del IES Ribera del Arga moldean el futuro de la agricultura y la ganadería ecológica a través de la educación

En la segunda de las charlas de las III Jornadas El Valor de la Huerta, Alberto Villafranca Escribano y Laura Palacios García, profesores del IES Ribera del Arga en Peralta, ofrecieron una inspiradora mirada a la Formación Profesional en producción agroecológica. Su charla, celebrada el 10 de abril en el centro cívico Lourdes, destacó el apasionante trabajo de estos educadores y su compromiso con una agricultura respetuosa con el medio ambiente. Presentando el plan de estudios del ciclo medio en el IES Ribera del Arga, los profesores ilustraron cómo están moldeando el futuro de la agricultura y la ganadería ecológica a través de la educación. Además, compartieron las experiencias de algunos de sus alumnos que ya están haciendo una diferencia en el campo.

Sobre las III Jornadas El Valor de la Huerta

Según hizo saber Ecologistas en Acción de La Ribera, organizador de estas jornadas, han sido un éxito tanto por el nivel de los conferenciantes como por el contenido. Junto a la ofrecida el día 8 por Marta Gómara Miramón, estas charlas han servido para poner en valor las huertas como elementos vivos; territorios que heredan tradiciones y miran al futuro; ricos en sabores, colores y olores; que en clave de soberanía alimentaria son una solución a los problemas de cambio climático y contaminantes en suelos y acuíferos. Se ha puesto en valor la agricultura ecológica, cuyos agricultores cuidan la Tierra, obteniendo beneficios honestos, sin atarse y endeudarse por las demandas del mercado. 

La asociación ecologista ha reafirmado su compromiso de continuar con su labor de divulgación, poniendo en valor las huertas, los hortelanos y hortelanas, y las verduras. Defienden un enfoque de cultivo que favorece la biodiversidad y respeta tanto a las personas como a la Tierra. Al mismo tiempo, Ecologistas en Acción de La Ribera critica los modelos agrointensivos que, aunque producen bienes, contaminan suelos y acuíferos en su proceso de producción industrializada. Según ellos, estos modelos no respetan a los agricultores y trabajadores del campo, convirtiéndolos en “meras herramientas al servicio de los dictados de fondos de inversión o del mercado”.