Agro Gastronomía

Marta Gómara Miramón desvela los secretos de la agricultura romana en el valle medio del Ebro

La arqueóloga e historiadora Marta Gómara Miramón impartió a los asistentes de la primera de las dos charlas de las III Jornadas El Valor de la Huerta los sistemas de riego en época romana en el valle medio del Ebro. Desde el icónico Bronce de Agón hasta otros restos arqueológicos, Gómara sumergió a la audiencia en un viaje por la historia agrícola de la región. Con un enfoque científico impecable, destacó la importancia de las acequias y canales de riego, revelando cómo estos ingeniosos sistemas, basados en la gravedad y sifones, garantizaban una agricultura eficiente. Su conferencia, que tuvo lugar el 8 de abril en el centro cívico Lourdes de Tudela, ahora está disponible para aquellos que deseen explorar los fundamentos de la agricultura romana en el valle del Ebro.

Sobre las III Jornadas El Valor de la Huerta

Según hizo saber Ecologistas en Acción de La Ribera, organizador de estas jornadas, han sido un éxito tanto por el nivel de los conferenciantes como por el contenido. Junto a la ofrecida el día 10 por Alberto Villafranca Escribano y Laura Palacios García, estas charlas han servido para poner en valor las huertas como elementos vivos; territorios que heredan tradiciones y miran al futuro; ricos en sabores, colores y olores; que en clave de soberanía alimentaria son una solución a los problemas de cambio climático y contaminantes en suelos y acuíferos. Se ha puesto en valor la agricultura ecológica, cuyos agricultores cuidan la Tierra, obteniendo beneficios honestos, sin atarse y endeudarse por las demandas del mercado. 

La asociación ecologista ha reafirmado su compromiso de continuar con su labor de divulgación, poniendo en valor las huertas, los hortelanos y hortelanas, y las verduras. Defienden un enfoque de cultivo que favorece la biodiversidad y respeta tanto a las personas como a la Tierra. Al mismo tiempo, Ecologistas en Acción de La Ribera critica los modelos agrointensivos que, aunque producen bienes, contaminan suelos y acuíferos en su proceso de producción industrializada. Según ellos, estos modelos no respetan a los agricultores y trabajadores del campo, convirtiéndolos en “meras herramientas al servicio de los dictados de fondos de inversión o del mercado”.