santa-ana-2017

Bueno, ya estamos otra vez en este extra de Santa Ana, de Plaza Nueva.

En el siglo XII ya se hablaba de festejos taurinos en el Fuero de Tudela y se refería en concreto al toro ensogado.

Ya se empieza a notar la cercanía de las fiestas de Tudela no sólo por lo que se respira en el ambiente, si no por el ánimo que la población entera ya refleja.

El transcurrir de los años nos deja un recuerdo lejano de lo que supusieron aquellas primeras fiestas vividas sin la tutela de nuestros padres, cuando la integración en una cuadrilla nos decía que empezábamos a hacernos  “mayores”.

Ya estamos ante las Fiestas Patronales, las de nuestros Patronos Santiago y Santa Ana,  y está en el ánimo de todos que las Fiestas cumplan con todas las expectativas que tenemos depositadas en ellas.

Aún a riesgo de caer en el tópico, quiero confesaros que me siento profundamente orgulloso de vivir en esta ciudad, de disfrutarla y de quererla, y de tener la oportunidad de contribuir humildemente a que los tudelanos y tudelanas sean cada día más felices.

Se aproximan las fiestas. Tudela va cambiando a través de los años.

Esto… ¡qué cosa! No he conocido verano del que nadie se haya quejado.

Un denso y popular programa festivo para el disfrute de los ciudadanos y visitantes que llenará la calle de la música de las charangas de las peñas, protagonistas en gran manera de las fiestas por su presencia y organización de actos específicos.

Todos los años cerramos las Fiestas de Santa Ana en la madrugada del 31 de julio, tras el Pobre de Mí, con el “ya falta menos” y los buenos propósitos de que las próximas serán mejores.

No todo va a ser hablar de patrimonio, estamos en época estival y hay que ponerse a soñar mientras disfrutas de una siesta reparadora.

Cada año que pasa, sobre todo cuando empiezan a salirte canas y empiezas a tener conciencia de tus limitaciones, te planteas cómo vivir las fiestas. 

Hacer periodismo en fiestas no es fácil.

Igual no es responsable, políticamente correcto o inteligente, pero me declaro latino y miembro orgulloso de la Europa del Sur...

Si la plaza Nueva que nos da nombre y figura, lo es todo durante la Fiesta, que la misma surja, nazca, aflore, se inicie en ella, es la mayor y mejor de las alegorías posibles, dado que la plaza de los Fueros es el ágora que nos da vida, cobijo, sentido, tradición, comunión y personalidad.