Consejos prácticos
Los gases que emiten suponen más del 72% de los óxidos de azufre liberados a la atmósfera. Además, el consumo de energía de estos aparatos así como los de los aparatos de climatización del aire también contribuyen en la calidad del aire que respiramos. Por ello, es preciso encender estos equipos únicamente cuando sea necesario y de forma eficiente para ahorrar.
¿Qué ventajas conllevan estas buenas prácticas?
1. Ajustar el termostato para que no se supere los 22º C en invierno ni baje de 24º C en verano. 2. Instalar dobles ventanas y mejorar el aislamiento en los cerramientos. 3. Cerrar puertas, persianas y ventanas para estabilizar la temperatura de la casa,
y, en verano, ventilar la casa en las horas más frescas. 4. Instalar toldos. 5. No instalar los aparatos de aire acondicionado al sol y mantener limpios sus filtros y depósitos. 6. Apagar la calefacción una hora antes de dormir y cerrar los radiadores de las habitaciones que no se usen. 7. Revisar periódicamente las instalaciones y purgar el sistema para evitar la presencia de aire en el circuito. 8. Adquirir aparatos eficientes energéticamente.
Ojo con las escaleras
Como más del 60% del gasto energético del hogar se destina a calefacción y agua caliente, imagínate lo que te puedes ahorrar...
Por cada grado de temperatura que disminuyas, se ahorra en torno al 7% de la factura de la luz, el gas, natural o el gasóleo, algo que a los precios actuales, es mucho.
Además, un buen aislamiento en la vivienda permite ahorrar más de un 30% en el gasto energético.
Por otro lado, ahora existen magníficas ofertas con sistemas que aprovechan de forma muy eficiente y económica las energías convencionales y las renovables, consúltelo sin compromido entre nuestros Anunciantes.
Cada habitación presenta un sitio óptimo para colocar las fuentes de calor o frío.
