Cortes quiere rendir un homenaje a los colectivos y personas que en septiembre de 2004 hicieron todo lo posible para que la localidad saliera de la catástrofe y volviera a la normalidad. Y nada mejor para ello que conceder a una de estas personas, en representación de todas, el honor de dar el pistoletazo de salida a las fiestas de San Miguel.
La comida popular se traslada al día 24 para traer a más gente al chupinazo
Así, el próximo 24 de septiembre miembros de la Cruz Roja Local, de la Policía Foral, de los Bomberos, de Protección Civil, y la psicóloga Antonia Esteban subirán al balcón de la Casa Consistorial para ser representados -en el hecho material de prender la mecha del cohete- por Javier Lapuerta, trabajador de la Mancomunidad de Residuos Sólidos que, según explica el concejal de Festejos, Víctor Royo, “es de Cortes, se entregó totalmente, vivió todo en sus propias carnes e hizo lo posible para conseguir más dotación en sábado y domingo, de forma desinteresada”.
En cuanto al cohete, el titular de Festejos quiere que este acto “se vaya potenciando más con la participación de la gente adulta”, y para ello se va a intentar que los niños que acuden a la plaza no se arrojen los típicos productos alimenticios. “Queremos que sea un cohete limpio”, subraya el edil.
Nervioso y emocionado
El presupuesto para estas fiestas, que se prolongarán hasta el 2 de octubre, se eleva a 100.000 euros. Una cantidad con la que Royo confiesa que “hay que hacer verdaderos milagros, pues intentamos que los cuatro días estén bien cubiertos con actos para todos los públicos”. Este año se cuenta con la colaboración desinteresada de la empresa ganadera local Alcega y Arriazu, que “va a amenizar varias mañanas con sus vacas”, indica el edil. Mientras se desarrollan estos espectáculos taurinos menores, los niños tendrán este tiempo cubierto con espectáculos de animación infantil (marionetas o guiñol) todos los días. Las fiestas también reservan un homenaje pósturno a Enrique Jiménez Juango. El estreno de una coreografía para los nuevos gigantes (una pareja de paloteadores) se dedicará a la memoria de este joven. “Se trata de un vals inspirado en el vals del paloteado”, indica César Alba, miembro de la Comparsa de Gigantes.
