Un buen amigo


Si mueres antes que yo pregunta si puedes llevar contigo a un amigo.

Y si vives cien días, yo quiero vivir 99 para no tener que vivir sin ti.

Los verdaderos amigos son como la salud; nunca conoces su gran valor hasta que lo pierdes.

Son aquellos que entran cuando el resto del mundo sale.

Mi padre solía decir que, cuando uno muere, si tienes cinco verdaderos amigos es que has llevado una vida grandiosa. La amistad es una mente en dos cuerpos.

No camines frente a mí, que tal vez no te siga. No camines detrás mío, que tal vez no te guíe.

Camina a mi lado y sé mi amigo.

Todos escuchan lo que dices, pero los mejores amigos escuchan lo que no dices.

Un amigo es alguien que conoce la canción que retumba en tu corazón y puede cantarla para ti cuando tu no recuerdas la letra.

No importa que la vida nos lleve por diferentes caminos. Un poco de cada persona siempre va con nosotros.

Si puedes abrazar a un amigo hoy, no lo dejes para mañana porque cada vez que das un abrazo, en el mismo instante recibes otro de vuelta. Los abrazos son seguros en cualquier tipo de clima y, especialmente aconsejables, en días fríos y lluviosos o en tratamientos de problemas tales como la depresión o las pesadillas.