Resultado de ti mismo


-Nunca culpes a nadie, ni te quejes de nada, porque tú y solo tú, has hecho tu vida.

-Acepta la responsabilidad de edificarte a ti y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero Emprendedor surge de las cenizas del error.

-Nunca te quejes de tu ambiente ni de los que te rodean. Las circunstancias son buenas o malas según la voluntad y la fortaleza de tu corazón.

-Convierte las situaciones difíciles en un arma para triunfar.

-Deja de engañarte. Tú eres la causa de tus tristezas.

-Aprende de los fuertes e imita a los valientes.

Conociéndote a ti mismo serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias.