Con tu suave y lento fluido
haces nacer el agua de cristal,
con tu susurro casi mudo sin prisas
haces feliz a un arroyo humilde.
Con dos ojos protegidos de grandes carreras
hacéis “puentil” único en la pradera,
con tanto verde tu susurro casi es mudo
con tus aguas de cristal
dais vida a tantas vidas.
Que verte morir no quisiera,
al ver tu lento fluido también a mí
me das vida.