Los más contaminantes pagarán más

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Guerra a los vehículos que “jueguen sucio”. Quien quiera un coche que contamine tendrá que pagar más. Varias medidas anti-contaminación están al llegar: El Gobierno acaba de aprobar el proyecto de Ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera para proteger a las ciudades de los malos humos y estudia, además, una subida del impuesto de matriculación para los vehículos más contaminantes (por ejemplo, todoterrenos, vehículos viejos o de gran cilindrada). La primera en actuar podría ser Barcelona, donde las autoridades planean limitar la velocidad a 80 km/h en los accesos con el fin de reducir la polución. En otras capitales europeas también se han puesto manos a la obra contra el aire viciado: Londres ha establecido un super-peaje de 37 euros para los vehículos más contaminantes (la tarifa normal es de 12 euros); y París se propone reducir el tráfico particular en un 40% de aquí a 2020 para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60%.

La reducción de la siniestralidad vial es una buena noticia que tiene su “lado oscuro”, pues está afectando a las personas que esperan un transplante de corazón, riñón, hígado, páncreas, pulmón o intestino. En 2006 hubo 37 donantes menos que el año anterior y eso ha supuesto 76 transplantes menos. Según el Ministerio de Sanidad, la explicación se encuentra en la disminución de los fallecimientos por traumatismo craneal en accidentes de tráfico. Aun así, España mantiene el primer puesto mundial, con 33,8 donantes por millón de habitantes (18,8 en la Unión Europea), y durante 2006 se realizaron nada menos que 3.756 operaciones de transplante.