Con los años es más frecuente que la población media se preocupe por el medio ambiente, en consecuencia, es frecuente que surjan dudas sobre el funcionamiento y consumo de sus aires acondicionados. No solo los ciudadanos han adquirido conciencia de los problemas que pueden suponer para el planeta el uso de este tipo de aparatos, son muchas las empresas que se suman al cuidado y conservación del entorno, algunas han apostado definitivamente por el aire acondicionado de bajo consumo. Además de reducir el impacto medioambiental, ahorra en la factura eléctrica y disminuye las posibilidades de cortes en el suministro.
Cada vez que se activa el aire o la bomba de calor se contamina el entorno de dos maneras diferentes: Por un lado de manera directa, que es la contaminación producida por los propios aparatos, ya que los gases refrigerantes que necesitan para hacer su función correctamente tienen un impacto negativo en la capa de ozono, y la indirecta, aquella producida por las emisiones a la atmósfera de las centrales termoeléctricas que suministran energía a hogares y empresas. Para producir esta energía las centrales utilizan combustibles fósiles que generan gases de efecto invernadero.
Hoy en día no es difícil encontrar numerosos consejos ecológicos y económicos que pueden ayudar a superar el calor estival sin necesidad de hacer un uso excesivo del aparato de aire acondicionado y evitando un consumo innecesario de energía. Entre otros: utilizar el ventilador de vez en cuando, ya que al mover el aire disminuye la sensación de temperatura entre tres y cinco grados, cosa que puede ser suficiente en algunas ocasiones. Otra opción en las zonas secas son los sistemas evaporativos que consiguen humedecer el aire. Por último, utilizar ropa fresca, estar bien hidratado bebiendo agua y huyendo de las comidas copiosas, hacer circular el aire mediante corrientes naturales, apagar aparatos eléctricos , ingerir alimentos refrescantes y buscar zonas de sombra. Sin embargo, algunas de estas precauciones pueden parecer obvias y debido al estilo de vida, la situación geográfica y el clima actual, hay que ser realistas y aceptar que contar con un aire acondicionado es imprescindible en la mayoría de los casos, por eso una buena alternativa es adquirir los de bajo consumo.
Para conseguir un uso eficiente y asegurarse de que el aire acondicionado que se tiene en casa es respetuoso con el medio ambiente, se recomienda tener algunas nociones para conocer su consumo energético real. La mejor fuente es la etiqueta de características, que suele estar ubicada en el frontal de la unidad exterior o un lateral. Puede venir indicado como "consumo" o "imput power". Además, es importante no confundir potencia térmica con la eléctrica, que será al rededor de un tercio de la primera.
Por otro lado conviene adquirir una serie de hábitos para hacer más rentable el uso del aire. Tener aparatos con la etiqueta energética de la clase más eficiente posible, esta información es obligatoria así que el consumidor tiene derecho a exigirla. Además, se debe seleccionar un aire que se ajuste a las necesidades reales, ya que intervienen muchos factores dependiendo de cada caso particular.
Por el cuidado del entorno, y para frenar el deterioro del planeta, es tan importante estas innovaciones en el sector, ya que con estos nuevos aparatos se climatiza con un menor consumo eléctrico.
