Las mujeres y el baño

Quisiera aclararles a los hombres esa pregunta que no les deja dormir por las noches

¿Por qué las mujeres vamos juntas al baño?

Pongamos por caso que tu amiga se ha ido con el guaperas de turno y no tienes otro remedio que ir tú sola al baño. ¡Allí vas!, cruzas todo el bar, como si fueras por la selva (porque todo el mundo sabe que los baños siempre están al fondo). Cuando por fin llegas, te encuentras una cola de unas 5 personas y comienzas a bailar de una forma un tanto extraña, primero, para no aburrirte y, segundo, para que no se te escape el pipí. Y siempre está la típica que tiene ganas de hablar. ¡Y a mí que me importa con quién has venido! Bueno, por fin llegas, y cuando estás dentro, lo primero que ves es una charca de agua, llamémoslo así, con un juguillo de pisadas. Primer problema ¿dónde dejas el bolso? Como no ha venido nadie contigo, pues te lo cuelgas al cuello.Segundo. El abrigo. Este invierno se llevan los abrigos largos, porque no están pensados para las meonas nocturnas.

Bueno, como eres una mujer con recursos te lo pones de bufanda. Y tercero, la puerta. Nunca tiene pestillo. Tú necesitas intimidad, así que apoyas la cabeza para que no entre nadie. Y allí estas tú con tu abrigo, el bolso al cuello y la cabeza apoyada en la puerta. Pues no te sale el chorrillo, claro, ¡con tanto trajín, cualquiera mea!

Recurres al viejo truco de abrir el grifo, pero…¡está fuera! Venga, a ver si te atreves a salir! Al final optas por crear tu propio sonido...¡ y va y se apaga la luz, que también está fuera! Encima no hay papel así que metes la mano en el bolso como puedes para coger el klinex. Total que te has manchado y te has puesto perdida. Así que, queridos míos, no preguntéis nunca más el porqué las mujeres siempre vamos juntas al baño. ¿Está claro, no?