La quema en la hoguera de dos diablillos, uno hombre y otro mujer, marca el inicio de las fiestas de San Miguel en la localidad soriana de Ágreda. Una tradición con gran arraigo histórico que no sólo llena de luz y color las calles de la localidad, la noche previa a la festividad de San Miguel, sino que asegura el disfrute máximo de las fiestas. “Simboliza la quema de los malos espíritus, desapareciendo así todo aquello que pudiese influenciar en el desarrollo de estos días”, explicó Jesús Manuel Alonso, alcalde de Ágreda.
Un grupo de mujeres son las encargadas de preparar este acto. “Empiezan cuando quedan dos o tres meses para las fiestas y se encargan de confeccionar esos diablillos, lo que permite que podamos mantener viva la tradición. Es una labor muy importante que pasa de generación en generación”, dijo Alonso.
La próxima vez que los agredanos disfrutarán de este espectáculo será la noche del 28. Tras desfilar los diablillos en compañía de la Comparsa de Cabezudos y escuchar un breve discurso de Miguel Ángel Rubio -edil de Festejos-, el punto de encuentro será la plaza Mayor. De ahí, subirán hasta San Miguel, donde, a las 23 horas, serán quemados en la hoguera.
Novedades y presupuesto
Tras este inicio de fiestas, quedarán por delante seis días en los que los festejos taurinos serán los principales protagonistas. “Habrá encierros por la mañana cinco días y espectáculos por la tarde, como un concurso de recortadores, de cortes con toros y una charlotada con las peñas”, comentó el primer edil, quien destacó el papel de las peñas en las fiestas. “Hay una gran diversidad y realmente son ellas el motor de las fiestas”, afirmó el primer edil.
