La Plaza de Toros Vieja acogerá un festival taurino

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El próximo 5 de octubre, festividad de San Atilano Hijo y Patrón de la ciudad de Tarazona, se reinaugurará la octogonal Vieja Plaza de Toros de Tarazona. Por un día, volverá a desempeñar una de las funciones para las que fue concebida en su origen -junto a la de albergar viviendas- con la celebración de un festival taurino. El espectáculo está dentro de las actividades programadas por el Ayuntamiento de Tarazona y la Unión de Plazas de Toros Históricas. “Este será, sin duda, un día muy especial y esperado por la ciudad de Tarazona. Porque vamos a poder disfrutar de un espectáculo taurino en un marco tan espectacular como es nuestra Plaza de Toros Vieja”, dijo el Teniente de Alcalde-Delegado de Cultura, Luis Miguel Calavia.

Plaza octogonal

Se trata de una de las plazas más originales de España. Fue a partir de 1752 cuando la Corporación Municipal, el Gremio de Labradores y algunos particulares pusieron en marcha la idea de la construcción en el llamado Prado del Río. Las obras comenzaron en 1790 a expensas de ocho vecinos pertenecientes a las clases acomodadas de la ciudad. Para Calavia, “la fecha del 5 de octubre, San Atilano, es una fecha especial dado que también la plaza fue inaugurada un día 5 de octubre de 1792, es decir hace 214 años, si bien es cierto que la plaza dejó de ofrecer espectáculos taurinos en el año 1868 (hace 138 años) y, desde entonces, ya no se había vuelto a celebrar ningún espectáculo”.

El antiguo coso taurino posee forma octogonal y está rodeado de edificios de viviendas, habitadas desde su origen hasta hoy. Consta de planta baja y tres alturas. En su construcción se combinan la mampostería, el tapial y el ladrillo. Con ventanas en el perímetro exterior y grandes arcos en el interior, sobre pilares ochavados, muchos cegados en la actualidad y antepechos de forja. En los días que había espectáculo, la infraestructura se completaba con un tendido de gradas de madera, que apoyadas en las paredes de las casas, servía de acomodo a ese otro público que no tenía acceso a la parte superior y además delimitaba el terreno de lidia. El acceso al ruedo se realizaba por medio de cuatro túneles o puertas: la del Sur era la de las cuadrillas, la del Norte llevaba al desolladero, la del Oeste comunicaba con los toriles y la del Este servía de entrada para el público.

En ella torearon figuras de gran relevancia, entre ellas, Francisco Arjona “Cúchares” y en 1800 se celebraron corridas de 12 toros por concesión de Carlos IV. Fue coso taurino permanente hasta 1870. Desde 2.001 está declarada como "Bien de Interés Cultural" y forma parte de la "Unión de Plazas Históricas de España", a las que les une el objetivo común de recuperar el fin para el que fueron construidas, es decir, la realización de espectáculos taurinos, además de ser todas ellas Bienes de Interés Cultural.