Yo estaba muy feliz. Mi novia y yo decidimos casarnos.
Mis padres nos ayudaron, mis amigos me apoyaban. Y mi novia era un sueño.
Sólo había una cosa que me molestaba mucho, y era la mejor amiga de ella. Era inteligente y sexy, y a veces flirteaba conmigo. Un día, me llamó y me pidió que fuera a su casa a ayudarle con la lista de los invitados a la boda.
Ella estaba sola, y cuando llegué, me susurró que, ya que me iba a casar con su mejor amiga, y tomando en cuenta que ella tenía ciertos sentimientos y deseos hacia mi persona, que antes que me casara, quería hacer conmigo el amor una sola vez.
¿Que podía decir? Me dijo: "Iré al cuarto, y si tú lo deseas, entra y me tendrás." Admiré su maravilloso trasero subir al las escaleras.
Me levanté del sillón y estuve así, de pie, por un momento. Me di vuelta y fui a la puerta principal, la cual abrí, y salí a la calle.
¡Mi novia estaba afuera! Me abrazo y me dijo:
- "Estoy muy orgullosa de ti. ¡Has pasado mi prueba!”
Moraleja:
"Menos mal que guardo los condones en el coche".