Créditos personales, una solución ideal para la vuelta de tus vacaciones

Sin duda, uno de los momentos más placenteros del año es cuando llegan nuestras ansiadas vacaciones. Esos días de descanso suponen una oportunidad para relajarnos, salir y disfrutar de nuevas sensaciones. Sin embargo, estas vacaciones a veces tienen un coste económico considerable y que nos pueden dejar en una situación en la que cualquier gasto imprevisto se convierte en un peligro para nuestra economía doméstica. Asuntos tales como la famosa vuelta al cole, una avería en nuestro vehículo, alguna reparación en el hogar o electrodoméstico que finalmente deja de funcionar se pueden convertir en una necesidad imperiosa de dinero. 

Afortunadamente, para escapar de estas circunstancias con éxito, contamos con la ayuda de los créditos personales. Estas operaciones ya poco tienen que ver con lo que venían haciendo los créditos clásicos que ofrecían los bancos antaño, convirtiéndose hoy día en una herramienta muy ágil para obtener liquidez casi instantánea. Para que sepas todo lo que es necesario respecto de estos productos, te damos todas las claves en nuestro artículo. 

Qué es un crédito personal rápido 

Lo primero que debemos saber es de qué estamos hablando. Un crédito personal rápido es una operación financiera en la cual, una entidad presta a un consumidor una cierta cantidad de dinero, dependiendo de la demanda que el cliente realice a la empresa. A diferencia de otros préstamos y créditos, en el crédito personal la principal garantía de que el usuario va a devolver el dinero es su perfil financiero. Este se basa en detalles como el trabajo que tenga, sus ingresos frecuentes y sus gastos periódicos. Sin embargo, aquí no es necesario aportar los avales o las propiedades que se suelen pedir en otro tipo de créditos. 

Un aspecto que está directamente vinculado con el segundo apelativo de este tipo de créditos: rápidos. Y es que, gracias a la simplificación del proceso de estudio de la petición del cliente, que se puede hacer directamente a través de la red, hoy día un crédito personal se puede conceder prácticamente sobre la marcha. Sobre todo, porque no hay que valorar esas propiedades o avales que hemos mencionado antes y que han quedado ya limitados a los créditos clásicos. 

Cómo elegir un buen crédito personal 

Para elegir un buen crédito personal es importante tener en cuenta otros factores. El primero es la cantidad que vamos a solicitar. Pensemos que no todos los créditos personales nos permiten solicitar el mismo dinero, por lo que es fundamental que el préstamo que vayamos a pedir sea suficiente para cubrir nuestras necesidades concretas. En el caso de los microcréditos rápidos personales, por ejemplo, las cantidades máximas a solicitar rondan los 300 € y raramente llegan a los 1000 €. En los créditos personales rápidos más convencionales estos importes pueden llegar a los 300€ a 5.000 € aproximadamente. Por tanto, elegir un préstamo adecuado a nuestras necesidades concretas va a ser el primer paso hacia el éxito. 

El segundo tiene que ver con los costes vinculados a esa operación. Aquí hablamos de dos costos principales. El primero es el tipo de interés, que deberá ser lo más reducido posible para que paguemos la menor cantidad de intereses durante el plazo de vida del préstamo. El segundo son las comisiones. Estas no siempre están presentes en los préstamos, pero cuando no están pueden suponer también una carga importante. Así que, elegir un préstamo con bajas comisiones e intereses reducidos siempre es una buena idea.  Una tarea en la que el conocer el TAE de cada operación siempre te ayudará.

Cómo conseguir un crédito rápido online 

Solicitar uno de estos préstamos es una tarea muy sencilla. Lo primero que deberemos hacer es comparar las distintas ofertas que encajen en nuestras necesidades, lo que comentamos en el anterior punto. Una vez que hemos elegido la que más nos convenga, no tenemos más que acceder a la página web de la empresa financiera, rellenar el formulario de solicitud que se incluye en la misma y aportar toda la información que se nos solicita. 

En condiciones normales, tendremos una respuesta prácticamente sobre la marcha con la que sabremos si nuestra operación ha sido aceptada o no. En caso de que haya sido aceptada, solo nos quedaría firmar el contrato del préstamo y esperar unas 72 horas para tener el dinero en nuestra cuenta. Si la operación ha sido rechazada por algún motivo que podemos solventar, la entidad financiera nos lo indicará y nos pedirá que hagamos la gestión correspondiente. Finalmente, si nuestro crédito rápido ha sido denegado, siempre nos queda la posibilidad de solicitarlo con otra entidad financiera diferente.