Belleza exterior, belleza interior

Estamos acostumbrados a admirar a la gente por su belleza externa. El vestido que llevan, su dinero, sus coches y no nos preocupamos realmente por lo auténtico; la belleza interior.

Como sabemos, la cara es el espejo del alma. Sólo cuando una persona es feliz se encuentra bien consigo misma, con su cuerpo, con su trabajo, con la familia, los amigos y todo lo que le rodea.

El que está feliz internamente se siente bien y está claro que eso lo notamos todos externamente. Eso es la belleza interior.

Hoy en día la gente se gasta verdaderas fortunas en operaciones de cirugía estética, en ropas costosísimas, en estilistas, en dietas milagrosas, pero nunca conseguirán su objetivo. ¿Por qué?

Porque pensamos que todos nuestros problemas personales como el hecho de no sentirnos realizados en nuestro trabajo, en nuestra familia y como personas; todo, absolutamente todo, se resolvería si fuésemos los más guapos del planeta.