Acostúmbrate al hábito del pensar

La mayoría de las personas viven sin pensar. Reaccionan automáticamente, por costumbre, ante una situación dada. No tienen un objetivo conciente y no elijen sus acciones para acercarse a sus objetivos. Tampoco piensan cuáles pueden ser las consecuencias de sus acciones. No es lo correcto. De esta forma tienen muchos errores al actuar.

Cuando hables o piensas acerca de un asunto, quédate con él, ve todos sus aspectos, hasta llegar a una conclusión. No saltes a otro asunto poco relacionado, antes de terminar con el primero.

También, al hablar, usa palabras de uso diario, o define tus palabras, para que la otra persona puede comprenderlo plenamente.

Normalmente viven mejor aquellas pocas personas en las que el pensar es un hábito y son ellas las que alcanzan sus objetivos. Por eso es sumamente importante hacer del pensar un hábito.