Los autógrafos por fin llegaron a la Peña Osasunista de Ribaforada de mano de Raúl García, Miguel Flaño y César Cruchaga. Éste último, en su faceta de capitán, se puso en contacto con la peña para organizar el acto que tenía que haberse llevado a cabo el día de la inauguración con el fin de disculparse en nombre de los jugadores y arreglar la desilusión que provocaron. De esta manera “Sentimiento rojillo” da el hecho como zanjado y olvidado, ya que se creó un gran ambiente durante la firma de autógrafos y más tarde durante la cena, a la que también acudieron miembros de la directiva del Osasuna.
