"Estoy muy orgulloso de ser turiasonense, y la verdad es que me siento un privilegiado por ello. El amor por mi ciudad y por el equipo de fútbol que la representa me llevó, en el año 2010, mientras hacía el Camino de Santiago cumpliendo una promesa, a tomar la firme y tajante decisión de plasmar en un libro los avatares del equipo de fútbol de mi ciudad en sus cien años de vida”, así explica Santiago Albericio la idea y el propósito de detallar la historia del fútbol en Tarazona, quizá la localidad aragonesa donde hay un porcentaje mayor de aficionados y aficionadas en relación con su población.
De hecho, esta temporada unas 1.200 personas acuden cada jornada que la S.D. Tarazona juega en casa para animar al equipo, por primera vez en su historia en Primera RFEF, donde es con diferencia la localidad más pequeña que cuenta con un equipo en esta categoría.
El resultado de estos 13 años de trabajo ya está a la vista: un tomo de 656 páginas titulado ‘Un paseo por la historia, 100 años de fútbol en Tarazona’, que fue presentado el día 16 del mes pasado en un acto que tuvo lugar en el Teatro Bellas Artes ante una notable asistencia de público y que abrió los eventos organizados en torno al Centenario del Fútbol en Tarazona.
La afición de Santiago Albericio, empleado como conserje en el Pabellón Polideportivo de Tarazona, viene de lejos, a mediados de la década de los 70. “Cuando tenía 10 años, recuerdo perfectamente cómo toda la chavalería de los colegios y la escuela acudíamos al ya desaparecido campo de San Juan a ver al equipo de fútbol de nuestra ciudad, que por aquel entonces era el C.F. Eureka de Tarazona. Tres años después, me hacía socio del equipo, ya entonces como S.D. Tarazona”.
Poco a poco, Santiago Albericio fue ensanchando su afición y “empecé a comprarme todos los lunes, tras los partidos del fin de semana, el que entonces era el periódico deportivo de mayor tirada, Zaragoza Deportiva. Me lo leía de cabo a rabo para empaparme de todo lo que le acontecía a mis equipos, la S.D. Tarazona y el Real Zaragoza, del que soy seguidor indiscutible”.
Lo cierto es que a partir de entonces, Santiago Albericio empezó a guardar con toda la paciencia del mundo aquellos ejemplares de Zaragoza Deportiva y, posteriormente, de otros periódicos hasta acumular una voluminosa colección que le ha servido de base para el libro que acaba de terminar y que ha financiado con sus propios medios.
“Pero cuando realmente me senté delante del ordenador a empezar con el proyecto fue como consecuencia de la pandemia. En aquellos meses de permanencia obligada en casa, fue cuando le di al proyecto el empujón definitivo a partir de toda la documentación que tenía guardada durante años. También es cierto que muchas personas, aficionados al fútbol, al conocer el proyecto que me llevaba entre manos, estuvieron encantados de contarme sus anécdotas, cederme sus fotografías e incluso prestarme documentación, clave para el desarrollo del libro”, recuerda Albericio.
