La ópera posdramática Badon revisa la cultura vasca y sus cánones. A través del juego propone un futuro utópico especulativo. Esta creación escénica supone una experiencia estética y sensorial para el público, un mundo surgido del imaginario que todos compartimos. Hemos querido inventar un escenario que propicie otro canon vasco, otra plaza y otra genealogía. ¿Por qué este ejercicio vital? Porque sentimos la necesidad de inventar el mundo que nos permita poner en práctica otro canon, plaza pública y reconocimiento. Hemos trabajado con un diseño especulativo para crear un relato alternativo y actualizado, par crear otros mundos y futuros: hemos planteado diferentes opciones para ir desde las distopias catastróficas hasta las utopías soñadas.
