Los colores del arcoiris es el emblema utilizado por la comunidad LGTB para reivindicar la libertad sexual y otros derechos sociales frente al heterosexismo machista.
Las manifestaciones en el día del Orgullo LGTB o bien, Pride debe ser de reivindicaciones de verdad. Evitar hacerse de puteros con desnudos y tangas que hacen el ridículo en las reivindicaciones, hacer fiestas donde no se deben, nada de tontos carnavales que mofan a los “normales”.
Debe ser manifestación para hacer cambiar la sociedad machota y llegar a respetar los derechos de los demás, aunque a muchos les ofendan sus comportamientos que llaman “fuera de la hetero-normatividad social carca”.
Las convicciones religiosas de corte “fundamentalista” ponen coto a la liberación de la orientación sexual y apenas cuenta con parlamentarios capaces de bloquear o dificultar los aspectos legislativos en favor de los derechos LGTB. Vana estupidez en un entorno cambiante. Utilizan la biblia como chivo expiatorio para bloquear derechos pendientes de conquistar.
También la mano invisible de la providencia hace progresar hacia una liberación frente a la sociedad patriarcal y exclusivista. Desean el modo de vida dentro del “ser lo que no es” favoreciendo el clóset y el oscurantismo: la imposición del matrimonio de hombre-mujer.
La moralidad machacona hace las veces de moraleja, entrometiéndose en asuntos que están fuera de su competencia, las obispadas con sus homofobas homilías de turno.
¡Por una nueva mentalidad más abierta y respetuosa con la diversidad!
