Opinión

Ombligología

Se dice que esta vez la cosa va más en serio que lo del RH negativo, lo del lóbulo de la oreja o lo del cráneo como fuera. 

Primero fue la toma de conciencia de la relevancia de algo obvio, que el ombligo nos une a nuestra madre durante nueve meses y por medio de él recibimos de ella lo que somos. Después la doble hipótesis de que ese órgano condicionaría lo que recibimos y somos, y de que en última instancia nos uniría a algo así como una madre primigenia colectiva de la que nos llegarían mediante él los rasgos del grupo étnico al que pertenecemos (antes raza). A partir de ahí, ciertos experimentos habrían confirmado la hipótesis y apoyado la teoría de que hay diferentes tipos de ombligo, y en concreto uno que sería el de aquí, el nuestro, y que determinaría ciertos rasgos psicofísicos comunes que configuran nuestra identidad colectiva. Se especula con que nuestro ombligo sería antiquísimo, quizás el mismo que el de los hijos de Eva, nuestra primera madre. Se dice que estamos ante una nueva ciencia, la ombligología.

Se ha reflexionado ya sobre las importantes consecuencias sociopolíticas del asunto. Para empezar, tendremos que mirarnos el ombligo más que nunca para comprobar si sigue correspondiéndose con el tipo de aquí. Los que tengamos la suerte de que así sea, podremos admirarlo y estar orgullosos de él. Podremos poner el dato en nuestro DNI y el hecho tendrá relevancia. 

Tener ombligo de aquí será requisito para opositar a puestos de funcionario de alto nivel. Habrá un “Ombligo Eguna”, en el que la ocupación central será mirarse el ombligo y admirarlo, y se podrá participar en concursos en los que el jurado premiará al ombligo más auténtico. El derecho a la independencia será indiscutido pues tendrá base científica: a ombligo diferente, Estado diferente.

Habrá que incorporar la nueva ciencia al sistema educativo. Se crearán plazas para que los licenciados en Ombligología ejerzan su oficio. Nacerá un nuevo tipo de educación, la educación con perspectiva de ombligo. El programa educativo progresista SKOLAE incorporará esta nueva ciencia con preguntas y actividades del tipo “dibuja tu ombligo y coloréalo”, “enséñale el ombligo al compañero”, “mírate el ombligo y di en qué se parece al de aquí”, “tócate el ombligo y di qué sientes” etc.

Quienes, por azares injustos de la naturaleza, no hereden de sus padres de aquí el ombligo de aquí, podrán hormonarse a partir de los 7 años y operarse haciéndose un implante a partir de los dieciséis sin necesidad de consentimiento paterno. A los inmigrantes también se les animará a implantárselo, hecho lo cual, podrán poner el dato en su DNI y pasar a tener los derechos citados. Estará prohibida la reversión.

En Cataluña el interés por la nueva ciencia es enorme. Tienen fundadas esperanzas de que habrá también un ombligo de allí distinto del de quienes son de fuera, y que estará ligado a su identidad superior.

Los griegos antiguos tenían en Delfos el ónfalo, una escultura como de un metro de altura representando el ombligo del mundo. Creían los muy ingenuos que el centro del mundo -el ombligo- estaba allí. Para rectificar ese error haremos otro ónfalo mayor que el griego y lo colocaremos en el verdadero centro del mundo que está aquí, que somos nosotros.