Opinión

Instalados en la falsedad y en la irresponsabilidad

El sanchismo organizó una falsa escandalera ante la iniciativa de ofrecer a las embarazadas de Castilla León la posibilidad de escuchar el latido del corazón del feto y de ver una ecografía 4D. Quiso hacer creer que se conculcaba el derecho de las mujeres a abortar (una falsedad más). Y opinadores no sanchistas argumentaron  que la iniciativa favorecía Sánchez permitiéndole sacar fuera del foco errores suyos. Dio la impresión de que muchos creen que intentar algo contra el aborto, lo que sea y cuando sea, es plantear una batalla indebida y perdida de antemano, y es favorecer al abortismo, en este caso a Sánchez. Pero si esa batalla está hoy perdida es porque el supuestamente provida PP no la ha dado nunca, ha huido en el pasado y en el presente. El desenlace final del caso parece que ha sido que el PP ha abortado las medidas antiaborto. Sin duda han faltado ideas claras, valor para aplicarlas y argumentos para justificarlas, por ejemplo desenmascarando falsedades e irresponsabilidades del abortismo:

Es falso y muy hipócrita hablar del derecho al aborto como un derecho a la salud sexual y reproductiva. Es falso porque el embarazo no es una enfermedad, y es muy hipócrita porque la verdad del aborto es justamente la contraria: el derecho al aborto es el derecho a acabar con la salud y la vida del feto, es el derecho a matar fetos humanos.

Es falso que ofrecer la posibilidad de oír el latido del corazón y de ver una ecografía precisa del feto sea quitar un derecho. Es justo lo contrario, es dar el derecho a conocer la verdad, a no ser engañado por el abortismo que hace creer que un aborto es como una operación de apendicitis que extirpa un órgano enfermo. El abortismo defiende el derecho a no saber, a vivir engañado. El Mentiroso ha estado en su salsa en la polémica.

Y por supuesto es falso que el aborto sea una interrupción del embarazo. Interrumpir un proceso o una actividad es pararla para reanudarla después. Conlleva la posibilidad de continuarla. Se interrumpe una corrida de toros por la lluvia si se espera reanudarla cuando escampe. Si no se va a reanudar, no se interrumpe, se suspende. Al abortar un feto no se interrumpe el embarazo sino que se acaba con él y con el feto.

Además, si de un acto se siguen unas consecuencias, quien hace el acto pero se niega a aceptar sus consecuencias es un irresponsable y no merece crédito. Es lo que ocurre en este caso. Como el embarazo es la consecuencia de un acto, si el acto es voluntario, querer el acto y rechazar su consecuencia -el embarazo- es ser irresponsable. Proclamar el derecho al aborto es proclamar el derecho a ser irresponsable. La izquierda ha creado una sociedad irresponsable, y por eso degradada y decadente. Gran mérito.

En España se tienen hoy muy pocos hijos. Vamos hacia la inversión de la pirámide poblacional, hacia una sociedad insostenible. Y además se matan al año unos cien mil posibles niños que podrían haber nacido y haber paliado o resuelto ese grave problema. Que la izquierda se niegue a reconocer y a paliar o resolver ese problema demográfico, y que se niegue a adoptar medidas razonables para disminuir o eliminar los abortos, es una muestra de su enorme irresponsabilidad, y de que no quiere el bien de España.

Resumiendo: un partido político puede y debe aplicar medidas razonables provida, defenderlas con argumentos y dejar al abortismo y a Sánchez muy mal parados, porque también aquí Sánchez miente mucho y es un irresponsable.