Opinión

El irresponsable

Si le hubiera salido bien lo de Galicia (echar del al PP sin importar que el ganador fuera el BNG), habría supuesto la reavivación de un desestabilizador tercer incendio separatista en España, con él al servicio del BNG. Un resultado así, además, lo habrían presentado (él y sus televisiones) como prueba del fracaso, tanto del liderazgo de Feijoo como de las protestas de la “fachosfera”; y como un aval a la amnistía y a su decisión de gobernar con la extrema izquierda y los separatistas. 

Hizo cuanto pudo. Muy activo en la campaña, jugando sucio con los pellets, con las conversaciones de Feijoo con Puigdemont, ante el cual él está arrodillado, con Tezanos y sus televisiones como siempre, y haciendo regalos a los gallegos para que le votasen, como los viejos caciques o como si fueran puigdemones. Pero fue que no. 

La lectura del fracaso debería haber sido la inversa de la del éxito: consolidación de Feijoo como líder y moción de censura a su amnistía, a sus gobiernos, y en última instancia a él mismo. Pero no. La Ejecutiva del PSOE, reunida bajo su augusta presidencia, lo desvinculó a él y a su política nacional del descalabro. Echaron la culpa a “factores ligados al territorio”. Muy propia del personaje la autoexculpación: otra mentira más hecha con total desfachatez. Y reveladora de otras cosas, todas malas salvo una: 

1ª) Evidencia que es un cobarde sin dignidad que se esconde cuando las cosas van mal. Y como otros cobardes, un vanidoso fatuo que se derrite con el aplauso de los que le son serviles, ya sea la Ejecutiva o los pelotas del cine en los Goya. Casi extraña que la sumisa Ejecutiva no lo aclamase al grito de “¡eres un icono, Presi, te queremos!”, como aquella “periodista” de las que a él le gustan de los Goya.

2ª) Que la Ejecutiva le exculpase confirma el sometimiento del partido hacia Su Persona, su liderazgo dictatorial. Algo ya visto al pasar el PSOE en bloque, de rechazar la amnistía a aceptarla por su ordeno y mando. No les falta razón a los que advierten de la venida de una neodictadura disfrazada de democracia, con el neoFrente Popular en el poder, con la presidencia del gobierno asegurada de facto mediante muros “antifascistas”, manipulación a cargo de sus televisiones, amnistías, independentismos y lo que haga falta; con el sometimiento de los tres poderes y con las libertades mermadas por leyes “antiodio y antifascistas”. Una novedad: neodictador chuloplaya y que habla inglés. Lo demás, parecido: tropelías, corrupción, y el dictador que nunca es culpable, la culpa es de otros. 

3ª) Muestra que no acepta responsabilidades por sus actos, que vive instalado en una especie de autoamnistía permanente en la que, haga lo que haga, borrón y cuenta nueva, queda amnistiado. Un tipo así es muy capaz de llevar a España al desastre y no asumir ni aceptar ninguna responsabilidad, ninguna culpa. Pero la irresponsabilidad permanente es el rasgo que define a los psicópatas sin conciencia moral. Muchos le han diagnosticado ya esa patología. Además, no es él solo, hay otros, a los que ha colocado en puestos clave del Estado, que le son cómplices. Negro panorama.

4ª) Indica también que puede haber algún motivo para la esperanza, que quizás se empieza a cumplir aquello de que los dioses ciegan a los que quieren perder. El PSOE sigue ciegamente a Sánchez, y está ciego al no ver sus responsabilidades en los fracasos. Que sigan así, dando palos de ciego. Si los votantes no están ciegos…