Opinión

Bien común “fake” del Gobierno foral

Hace días Chivite hizo ante los medios un balance de la legislatura. Los independientes dijeron que fue triunfalista, sin el menor espíritu crítico, que atribuyó los posibles aspectos negativos a la pandemia y a la guerra de Ucrania. Pretendió pues que creamos que ella, su PSN y sus socios lo han hecho todo bien. No hay que sorprenderse. Se dicen “progresistas”, es decir están encantados de conocerse, se creen superiores. Ridículo. 

No debió de parecerle bastante porque a los días, en plan okupa, sin pedir permiso, se nos metió en casa a quienes compramos prensa de papel. Entre las hojas del periódico nos endosó no tanto otro balance sino pura propaganda. En buen papel/cartón de tamaño mayor que un folio. Con buen diseño y para gustar a adultos infantilizados: treintaipico miniparrafitos de tres o cuatro líneas muy cortas (entre 3 y 5 cm) repartidos por el macrofolio. Mensajes brevísimos. Cada minipárrafo con un simpático logo en rojo al lado: una balanza, un campo de deporte, una vaquita, unos molinos, unos ancianos etc.  

El contenido de los mensajes, totalmente triunfalista. Todo bien, positivo, bonito. Incluso cuando se refiere a Sanidad, dice: “la nueva Atención Primaria incorpora nuevos perfiles a los centros de salud como psicólogos y fisioterapeutas. Los y las profesionales de Osasumbidea alcanzan mayor estabilidad y mejores condiciones laborales para poder ofrecer un mejor servicio”. Eso es todo. Pretende hacernos creer que su gestión en Sanidad ha sido irreprochable. En otros casos, parecido descaro. Por ejemplo: “Impulso de la Memoria y reconocimiento y reparación de las víctimas con programas educativos sobre la represión franquista, la violencia de extrema derecha y el terrorismo”. Pretende que creamos que no hubo represión y asesinatos a mansalva en el lado socialcomunista, que no ha habido y no sigue habiendo violencia de extrema izquierda podemita y abertzale, y que su actuación con respecto al terrorismo ha sido irreprochable. Como si no supiéramos que ha pactado con Bildu y lo que piensan las víctimas de su blanqueo. Hace falta rostro de cemento. 

En otros casos, el contenido es, como la forma, muy adecuado para adultos infantilizados, un bla bla bla semivacío. Pero Chivite se supera en el centro del macrofolio, donde, con un fondo rojo, ha escrito en letras blancas: “LA LEGISLATURA DEL BIEN COMÚN. 2019-2023“. Lo de “BIEN COMÚN”, bien grande, como el mensaje central, el más importante. Aquí queda claro lo “fake”, la falsedad de esta propaganda: está hecha por el Gobierno de Navarra (su logo está en la parte baja), o sea pagada con nuestro dinero, no con el dinero del PSOE como debería. Chivite usa nuestro dinero para hacerse propaganda, y a eso le llama “BIEN COMÚN” en vez de “apropiación indebida del dinero público”, que es lo que es. No hay más remedio que repetir: hace falta rostro. 

La legislatura acaba con el mismo falso bien común con el que empezó: Chivite creó el gobierno con más consejerías de toda la democracia para colocar a todo quisque de los partidos que la han tenido sentadita en el sillón. 24 millones más de euros de nuestros impuestos para beneficio privado de Chivite y sus socios. Y lo llaman “BIEN COMÚN”.  

¿Tendrá éxito aquel “balance” y esta propaganda y la gente votará mayoritariamente a Chivite y sus socios? Si hay mucho adulto infantilizado en Navarra, quizás. Si no, para nada. No nos gusta que nos tomen el pelo.