Opinión

¿Y ahora qué?

El PP acaba de ganar en Andalucía. Los socialistas después de 30 años pastoreando Andalucía, a pesar de los malos datos en Educación, con un paro del 31%, ha pesado mucho un tejido social subsidiado, ha influido poco la corrupción en los EREs, y han desplazado voto de socialistas a IU y así evitarán pasar a la oposición. El PSOE debería reflexionar, pues les urge una refundación ética y política.



Los retos del Gobierno de España, son ingentes y siguen en pie: tenemos un país prácticamente intervenido, donde los mercados todavía recelan de la posibilidad de que cumplamos nuestros deberes. Con los presupuestos pendientes de 2012

y los del 2013, el gobierno cuenta con sólo 18 meses para recortar 43.000 millones de euros, una cantidad elevadísima, y que la mayoría de la ciudadanía es consciente que va a ser duro, muy duro.



El país no está para ninguna tontería. Es el momento de ser patriotas, de empujar todos para salir de la difícil situación. Llevábamos trece años viviendo por encima de nuestras posibilidades, y ha llegado el momento de ajustarnos a nuestra riqueza real, debemos pensar como

si fuésemos una familia, ha

llegado la hora de ajustarnos

el cinturón, para cuanto antes crear empleo.



Le debemos pedir al Gobierno que reparta las cargas en las reformas financiera, laboral, en la recorte de los gastos sociales, en la reducción de las Administraciones. Deben dar ejemplo los políticos, y la nueva ley de Transparencia apunta maneras. ¡Por fin! nos vamos a enterar cuánto ganan, en qué gastan, y se les podrá perseguir si gastan, sin ton ni son.



Ha llegado el momento del sentido común, de arrimar el hombro, y de arrinconar los anuncios catastrofistas. Estos chocan con el buen sentir de la ciudadanía, que responde con madurez cuando ve que se toman medidas sensatas en todas las direcciones: recortando el sueldo a banqueros intervenidos, con la dación en pago en determinados desahucios, adecuando el aborto a la situación anterior, al modernizar la justicia, etc. hacer que el país funcione y se regenere.



Lo de la Huelga General del jueves 29, es lógica desde el punto de vista de los Sindicatos, pero no de los trabajadores. A ellos se les terminarán los privilegios, al resto nos irá mejor, pues el mundo que conocimos ya no volverá, y debemos competir en las mismas condiciones que los demás países del entorno.