La intuición es ese sentido desarrollado por la especie humana para su supervivencia, por el que percibimos la verdad de cada uno, lejos de la imagen que nos quiera dar o de lo que nos dicen sus palabras. Así, y en política principalmente, la intuición nos dice más de los candidatos que toda verborrea y parafernalia que puedan utilizar; y menos mal.
Por ello, el 27 de Mayo votaré a Luis Casado. Representa infinitamente más que los otros candidatos lo que de humano e ilusionante hay en Tudela; le ha plantado cara al nacionalismo con firmeza porque sabe que puede acabar con la libertad de la que hoy gozamos, y que mañana romperle la muela a uno o pegarle una patada por no compartir ciertas ideas puede resultar impune.
Están contra él, no solo porque tenga razón, sino porque sabe llevar su razón por la vida con paz, experiencia y atrevimiento, tiene el valor de la naturalidad, la cercanía de los que disfrutan con la gente y la mejor virtud en un político: la honestidad.
Tudela está como nunca y se merece de sobra nuestro voto.
