Opinión

Una vez más, Navarra por delante

Con la culminación del desdoblamiento de los tramos Castejón-inicio de la variante de Tudela y Buñuel-Cortes, se abre al tráfico el conjunto de los 32,5 kilómetros que comprende la N-232 a su paso por Navarra y que ha supuesto una inversión total de cerca de 70 millones de euros. La ya ex carretera nacional ha pasado a denominarse Autovía del Ebro A-68, aunque de momento esta calificación sólo tiene sello navarro dado que el Gobierno central debe realizar aún los tramos que le corresponden en territorio riojano y aragonés.

La realización de este importante corredor, del que se van a beneficiar los miles de vehículos que transitan a diario, muchos de ellos pesados, demuestra una vez más que el Gobierno de Navarra hace sus deberes y cumple lo que promete. Culminar esta autovía antes de la inauguración de la Exposición Internacional de Zaragoza era un gran reto que el Gobierno de Navarra asumió porque era consciente de la relevancia y el alcance que este evento va a tener, ya lo está teniendo, en la Ribera y en toda la Comunidad Foral. Y se ha conseguido.

Pero más allá de este aspecto coyuntural, se trata de un paso más en el objetivo de situar a Tudela y a la Ribera de Navarra como el núcleo del eje medio del Valle del Ebro, el comprendido entre Zaragoza y Logroño, por su ubicación estratégica, sus buenas comunicaciones y sus enormes potencialidades de desarrollo económico e industrial. En esta empresa, hacia este objetivo, debemos caminar todos juntos y así lo hacemos: Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Tudela, el conjunto de entidades locales riberas e instituciones creadas para la promoción empresarial, turística y cultural de esta zona.

Hay que tener muy claro que apostar por la Ribera es apostar por la cohesión social y territorial de Navarra; haciendo más Ribera hacemos una Comunidad cada vez más equilibrada; e impulsando el desarrollo integral de Navarra fomentamos la igualdad de oportunidades de todos los navarros. Una vez más, los navarros demostramos que sabemos hacer bien las cosas; con eficacia, trabajo y responsabilidad podemos y debemos seguir alcanzando nuevas cotas de progreso y bienestar.