Opinión

Una denuncia a Gas Navarra

POR EL MAL SERVICIO DE SUS COLABORADORES: En el mes de diciembre, día dos, un camión arrancó de cuajo el tubo que va por nuestra fachada. Fue tal el impacto que se movió todo el edificio. No pude coger la matrícula del camión, pero aún así llame a la Guardia Civil y a la Policía Municipal. Al minuto se presentaron, cortaron el tráfico y cortaron ellos mismos la llave del gas, un aplauso para ellos, se lo merecen por su labor.

Seguidamente llame al teléfono de urgencias de Gas Navarra, lo que supuso el inicio de un calvario. Se pasaban la pelota de unos a otros y llame hasta a 6 números diferentes. Los dos siguientes días volví a llamar obteniendo por respuesta que se pondrían en contacto conmigo, los cuáles pase en casa esperando tan ansiada llamada. En un momento que fui a hacer unos recaos dejaron un mensaje en el contestador avisando de que en breve irían a arreglar la avería. Sin embargo, no aparecieron y otra vez a llamarles. Me dijeron que debía contratar yo a un fontanero homologado, pero que en Navarra sólo había dos y que como era fiesta no irían. Otra excusa que me dieron fue que no corríamos peligro porque el gas estaba cortado, así que no debía preocuparme. Sin embargo, los ocho vecinos seguíamos sin calefacción, sin agua caliente y sin poder guisar.

Tras otra serie de llamadas (vayan ustedes calculando) en las que continuaron dándome largas, y ya estábamos a día ocho, se me ocurrió meterles un poco de presión amenazándoles con darnos de baja de su servicio. La contestación fue la siguiente: Que les importaba un comino una comunidad más o menos. El resto de lo que me dijeron me lo callo por educación. Mucha publicidad en televisión diciendo lo bueno que es el gas y todo eso, pero la atención al cliente deja mucho que desear. Al final vino un fontanero del pueblo, a deshora y siendo fiesta, y nos lo arregló... Veremos ahora quien paga la factura, desde luego nosotros no, que bastante he gastado en teléfono. Esto que lo pague Gas Navarra.

Pero no queda ahí el asunto señores lectores. Siete meses más tarde, martes día doce... la misma avería. Me vi obligada a seguir los mismo pasos, las mismas llamadas, obteniendo los mismos resultados que en lo escrito anteriormente. El único cambio fue que se presentó una señorita muy maja y muy atenta tres días más tarde. Me dijo que ese día no podía mandar arreglar la avería porque tenía a sus trabajadores con el trabajo ya distribuido, pero que sin falta el lunes procuraría mandar a uno de sus montadores. Seguido me llamaron los del gas, que por la mañana venían a arreglarlo. Pues bien, llegó el dichoso lunes 18 y aquí no vino nadie. Y digo yo, ¿tan difícil es cambiar el croquis de la colocación del tubo con lo que se acabarían los accidentes? Mira que es sencillo ¿no? Obviamente volví a llamarles. Esta vez me dieron el teléfono móvil en el que me contestó un señor muy amable. Parece ser que está poniendo manos en el asunto, menos mal que hay una persona que se está interesando en nuestro problema, bastante serio, por cierto.