Opinión

Un Día de Navarra en Salamanca

Volvíamos a celebrar el Día de Navarra. Volvíamos a tener los mismos nervios que tiene cualquier navarro el 6 de julio a las 9 de la mañana o cualquier corellano el 23 de septiembre a las 10. El despertador sonaba y era hora de empezar con los preparativos: hasta el año que viene bigote, uniforme de gala y corriendo al Tritón, que ya llegamos justos. Allí volvían los reencuentros y venían a la memoria tantas y tantas cenas de clase en las que llegamos a llenar el restaurante y cenas de navarros en las que incorporábamos una banda sonora a base de canciones de charanga e infantiles (ay esos "tiburón, tiburón" con Hetorl Zohan dándolo todo). Esta vez era de día y sólo estábamos nosotros. Huevos fritos, patatas y la cerveza y la sangría que no falten. Txupito de orujo y a la foto oficial del Tritón. Hoy no estaban Santi ni Jose para dejar las sartenes y poder echarla, pero Mario y Diego nos siguen tratando como en casa. 



Las voces empezábamos a afinarlas y llegaban las primeras jotas y las primeras canciones. En la Plaza Mayor nos esperaban los abrazos gratis y como no podía ser de otra forma, ahí estuvimos colaborando (http://www.salamanca24horas.com/local/99251-la-plaza-mayor-se-funde-en-un-emotivo-abrazo) Allí nos encontraríamos curiosamente también con dos mujeres de Corella que me reconocieron enseguida. Seguido, algún que otro petardo llamó la atención de unos policías que me animaron a entrar en el Ayuntamiento para requisarme los 53 petardos que llevaba encima. No eran muy grandes. Intenté negociar que me dejaran alguno para el cohete, pero recuperarlos suponía pagar una multa de 300 euros, así que gracias y hasta la próxima.



Igual que sucedería este año en San Fermines, nuestro cohete fue a las 12:17min. Amaia desde el banco, pañuelicos al alto y los tradicionales "Viva el Día de Navarra, Gora Nafarroako Eguna". De ahí, más de 30 navarros de blanco y rojo cantando con la charanga rumbo a Van Dyck. Hubo que hacer un alto. El semáforo de Puerta Zamora estaba en rojo. Verde, cantar el "A San Fermín pedimos" y echar todos a correr a falta de 5 segundos. Cómo echaba de menos estas tonterías. De la petición al Santo pasamos al reconocimiento a las personas anónimas. Dos filas y pasillo para aplaudir sin parar a todo aquel que pasará. Y por allí pasó Chelo Sánchez Serrano con su familia (el lunes nos volveremos a ver por la facultad). 



En Van Dyck volvieron los recuerdos. Desde "Desafío Extremo Van Dyck", hasta las fiestas de facultad, pasando por las visitas de fiteranos y donostiarras. Como siempre, el Ruffos fue la primera opción. Y como siempre, papel y boli en mano y a apuntar todo el alcohol y comida. Estuve esperando a ver si venían Alba Díaz Precedo Carlotins Lota Jacobo Morillo Llovo Alfonso Chicharito Isiña Fdez Sanjurjo María Ballesteros Suárez Maria Seco González Ana Caótica Martinez Alberto Peceta Deceta, Fanny NanySusana López Urbano para tomar un lacón con pimientos del piquillo, pero quizás no sabían que ahora el bar está unos metros más arriba. Llegó Txutxi, abrazo, charla de cómo está todo por ahí y vuelta con la tropa (todavía se acuerda Marcos Fanjul Junquera del videoclip del pádel). Los cohetes, las jotas, el himno de Navarra y el apoyo moral a un desconocido que andaba de despedida de soltero dieron vida a este último día de noviembre. Lleno el estómago tocaba reencontrarse con los cubatas de la Goleta. Más abrazos, más recuerdos, alguna partida de mus y la jota Navarra para bailar bien arrimados.



La tarde había llegado a Salamanca y era turno de cambiar de tercio. Todos a casa, al Rincón de Serranos a tomar nuestros pequeños katxis, nuestras hamburguesas Iker y a dejar nuestras voces en el SingStar. Siete horas más tarde, después de varios partidos de fútbol, un partido de pelota mano y varios litros de alcohol cambiábamos el capote y entrábamos a matar. Eso sí, antes de ahogar nuestras penas entre canciones de Marea, La Fuga o Loquillo en el Pakipa, había que rememorar los grandes partidos de futbolín en el Pani. Allí estaba Dani con la bufanda de Osasuna que le regalé. Cambios de 2€ y las primeras bolas empezaron a recorrer la madera. Cuántas horas habré estado pendiente de esos muñecos.



Y tras noches alegres... mañanas de almuerzo. Huevo, bacon, tostada de tomate, zumo natural de naranja y café con leche para dar la bienvenida a un nuevo día y a un nuevo mes.