Opinión

Taxi, al Reyno de Navarra

Yo, como bien saben todos, soy lo que podemos decir “navarrista”, y si algo me llena de orgullo, es pertenecer a una sociedad heredera de los valores, la nobleza, y la cultura que emana de este Viejo Reyno, pero una cosa es una cosa, y otra esto.

Estadios, hospitales, hoteles, etc., la iniciativa privada, la iniciativa pública coincide con el nombre, la creatividad no cunde, por una tierra de caballeros, por una tierra que exporta cerebros en muchas disciplinas, pero que parece que los que nos quedamos no damos la talla.

Y aunque huelga la explicación, imaginen que nos montamos en un taxi después de tomar tierra en el aeropuerto “Reyno de Navarra”, descendemos del aeroplano, de nombre Sancho “El Mayor” (monarca del Reyno de Navarra) y al conductor del coche blanco, le decimos al Reyno de Navarra, por favor; pues le hacemos literalmente “un avión”.

Pero no se asusten, todavía no le han cambiado el nombre al Aeródromo de Noáin. Pero se andará, al igual que la nueva estación de tren, cuando llegue el AVE, qué mejor que llegar al centro de un Reyno de Navarra, que por Viejo es envidiable, que por antiguo almacena valores culturales y sociales dignos de conservar, dignos de trasmitir de padres a hijos, de abuelos a nietos, de viejos a jóvenes.