Opinión

Síndrome postvacacional

Nada menos que 35 de cada 100 trabajadores van a padecer el denominado "síndrome postvacacional", que se manifiesta con un cuadro de debilidad generalizada, astenia e incluso pérdida de apetito, puede dar problemas de insomnio que conviven con una somnolencia importante a lo largo del día, sumado a la capacidad de concentración que se ve limitada, todo ello merma la productividad del individuo.

Esta falta de tolerancia al trabajo viene caracterizada como una sensación de desidia y hastío, en otras ocasiones puede aparecer una sensación de angustia vital que puede llevar a un bloqueo en el cual la persona que lo presenta es incapaz de tomar cualquier decisión. También puede ser precursor de un cambio de carácter del individuo, con cierta agresividad, sin embargo, se establece habitualmente y de forma progresiva una sintomatología más propia de un cuadro depresivo.

Los expertos sin embargo vaticinan que cada vez la incidencia es menor, y obedece a que las vacaciones se vienen fraccionando cada vez por más trabajadores, y de esta manera la vuelta al trabajo se hace menos traumática.

Establecer periodos cortos de vacaciones, consigue minorizar la modificación de hábitos que atrapan al individuo, y consecuentemente, desaparece el trauma que puede conllevar la aparición de obligaciones.

Ahora bien, el 65 % de los individuos que parecen no sufrir de este síndrome, no es que no les de pena volver a trabajar, simplemente son personas que disfrutan con su trabajo, que cuando están de vacaciones no se "tumban a la bartola", sino que cambian de actividad, manteniendo unos hábitos de obligatoriedad que mantienen al individuo activo y que le apartan de patologías postvacacionales.