Opinión

Seres superiores

Cada día estoy más convencida de que las mujeres somos seres superiores (no digo a los hombres, sino superiores, sin más). Y no hace falta irse muy lejos ni pensar mucho para llenar de argumentos esta afirmación. Se me ocurre una escena muy simple, pero muy gráfica y con la que muchas madres van a identificarse seguro.

La familia, con dos hijos pequeños más o menos, se dispone a prepararse para salir de casa. El marido le pregunta a su esposa con qué viste a los niños, mientras la mujer termina de poner una lavadora, saca cena para descongelar, y recoge un tendedor. Después selecciona la ropa de sus hijos, y les ayuda a vestirse a la vez que su marido colabora tímidamente en el proceso, mientras no deja de consultar su PDA, enciende la tele para ver los resultados de cualquier evento deportivo, y otras ocurrencias similares.

Los niños ya están vestidos primorosamente, y el papá también. Falta localizar una mochilita en la que llevar esos enseres imprescindibles que acompañan a cualquier niño en cada salida: algo de comida, alguna chuchería, agua (por supuesto), las toallitas, el jarabe de las ocho -si se da el caso- y otras cosillas.

Preparado todo, de repente la niña se ha manchado mientras su madre llenaba la mochila y su progenitor escuchaba su música favorita en el ordenador. La mami desviste y vuelve a vestir a la niña. Son las siete menos cinco y han quedado a las siete con los amigos para ir al parque. El padre mira el reloj y espeta: ¡Cariño, es casi la hora!, ¿estás lista ya?

Su esposa, sin aliento y con ganas de tirarle una maceta a la cabeza, es capaz de maquillarse y vestirse en cuatro minutos, mientras mira si queda pan para la cena, programa la secadora y recoge las ropas que hijos y marido han dejado tiradas por el suelo.