Recuerdo que cuando me licencié de la mili, años ha, me entregaron un documento llamado cartilla donde el apartado “valor del soldado” te lo cumplimentaban con la calificación siguiente: “se le supone”.
En aquel servicio militar de carácter obligatorio, donde primaba más el bien vivir de los mandos que la contribución a la defensa del país, puedo entender que no fuese necesario calificar el valor de las personas; y además comprendo que cualquiera sirviese para aquellos fines del ejercito español. Otra cosa bien distinta es que se suponga que cualquier persona tiene la valía suficiente para representar y dirigir a un pueblo, a una comunidad o a una nación. ¿Conocen algún partido político que califique la valía de sus posibles candidatos? Me refiero a la valía profesional, que es la premisa de acceso a cualquier puesto de trabajo, no a la que se supone.
En mayo de este año son las elecciones municipales así como a Parlamentos de varias Comunidades Autónomas. Y tendremos que seleccionar a las personas que nos representarán durante los próximos cuatro años. ¿Nos informarán sobre la valía profesional de los candidatos? ¿Nos explicarán cómo se han formado los aspirantes suficientemente para ejercer sus futuras funciones?
Mi profesión me ha permitido contrastar la capacidad de algunos de nuestros representantes. Y -créanme- hay mucho indocumentado. Lo peor de todo no es que no sepan, sino que no quieran aprender, porque su concepción del poder les nubla la mente de tal manera que no sienten el mínimo deseo de superarse...
