Opinión

Satisfacción por el rechazo de la ECO-CITY del Gobierno de Navarra

Todos los ciudadanos y ciudadanas de Tudela y la Ribera estamos de enhorabuena, ya que el Servicio de Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra ha rechazado el proyecto de Eco-City con campo de golf en Tudela. Este hecho ha obligado al Ayuntamiento de la capital ribera a abandonar la idea, que desde su origen ha contado con nuestra oposición, así como con la de todos los grupos políticos municipales salvo UPN, de numerosas asociaciones ciudadanas y agentes sociales e incluso de colectivos de arquitectos y urbanistas vinculados con la Ribera.

Desde el momento en que el proyecto se hizo público, en Ecologistas en Acción manifestamos nuestro total desacuerdo, ya que considerábamos que no tenía ninguna intención urbanística, puesto que se trataba de una urbanización alejada del núcleo urbano y que necesitaba de nuevos equipamientos que competirían en su financiación con los ya implantados o los demandados para la ciudad existente.

Insistimos en que la ciudad más sostenible era aquélla que no se construía si no era necesaria y en que con la problemática ambiental que ya soportábamos (cambio climático, etc…), debían primar las políticas de reducción de impactos sobre el suelo no urbanizable y de rehabilitación de las viviendas existentes, aprovechando los esfuerzos públicos para mejorar los servicios y la urbanización que las rodean.

Pusimos posteriormente el acento en que el Gobierno de Navarra había aprobado la construcción de una urbanización de 730 viviendas con un campo de golf de dieciocho hoyos en Fontellas, y en que era evidente que con el consumo de agua y el impacto ambiental que conlleva la implantación de un campo de golf en la Ribera de Navarra, pensar en dos campos tan cercanos era algo completamente absurdo e insostenible, tanto desde el punto de vista ambiental, como social y económico.

Tras la aprobación de la modificación urbanística que podía dar cobertura legal a la actuación, dado que considerábamos el proyecto como un absoluto despropósito, innecesario para Tudela y para la Ribera, que no hacía ciudad sino que la dispersaba y que no tenía nada de ecológico ni de sostenible, solicitamos al propio Ayuntamiento y en su caso y subsidiariamente al Servicio de Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra, que denegase la aprobación del expediente.

Ahora nos encontramos con que el Gobierno de Navarra ya ha emitido su informe, que es contrario a la actuación y que abunda en muchos de los aspectos que se habían argumentado: alejada del núcleo urbano, generadora de segregación social, con insuficiente equipamiento urbano, causante de un mayor consumo de energía… Para el Gobierno es también relevante la falta de apoyo social de la iniciativa, así como que el proyecto no contribuye al desarrollo equilibrado de la comarca, ni aporta valores socio-económicos que compensen los impactos medioambientales causados.