Le sobra dogmatismo, imposición y mitos.
Le falta, espiritualidad, libertad y verdad.
Le sobra, una jerarquía que se aferra al poder y cree que puede seguir eternamente manipulando a sus "fieles", cuando éstos ya no obedecen los mitos e ideas infantiles que, si alguna vez sirvieron, hoy ya no.
Cristo ha sido traicionado por sus apóstoles, y es tan evidente como que un verdadero maestro no obliga a nadie a seguirlo y estos discípulos de pacotilla han obligado por las armas y con amenazas de infiernos eternos al pueblo sencillo.