Opinión

Porque me da la gana

Hace algunos años, cuando emergía en mí la conciencia política, tuve un simpático y agradecido encuentro con Miguel Sanz, con el fin de orientar mi indecisa tendencia. Por aquel entonces, Miguel Sanz dirigía la sucursal de la Caja Rural de Cintruénigo y se había convertido en un senior de UPN.

Recuerdo con mucho cariño, que a mi pregunta del porqué ser de UPN, me contestó: primero, porque te da la gana; segundo, porque no encontrarás otro partido que defienda con tanto ímpetu la identidad de Navarra; tercero, porque tu podrás definir y defender el proyecto común, y cuarto, por las personas que forman este grupo político.

Les puedo asegurar que esas premisas, que no encontré en otras tendencias políticas, han formado parte en las doce veces que he visitado las urnas de la calle Arrabal de Cintruénigo, pero siempre he decidido mi voto, teniendo en cuenta la indicación número cuatro de Miguel Sanz: las personas. De ahí que no siempre hayan coincidido las siglas de las papeletas que he utilizado en cada comicio. ¿Se imaginan que todos los jugadores y entrenador del Real Madrid los fichase el Barcelona o viceversa? ¿Usted de qué equipo sería?

Estas líneas sólo pretenden ser el mensaje de un profano para los mal llamados votantes indecisos. Por experiencia se puede afirmar que los proyectos sin personas con calidad humana, cualificadas y comprometidas sirven para poco (salvo para intereses personales). Las personas son las que cambian el mundo y no los proyectos. ¿Se imaginan que me nombrasen a mí entrenador del Real Madrid o del Barcelona? Durarían en primera división lo que un caramelo en la puerta de un colegio de primaria.