Opinión

Políticos balbuceantes

La historia se repite, en ciclos de generaciones. La llegada de la radio obligó a que los reyes hablasen en público. El tartamudo Jorge VI de Inglaterra ascendió al trono en 1937, y el excéntrico logopeda Lionel Logue hubo de enseñarle a superar su disfunción. La película "El Discurso del Rey" lo cuenta con precisión.

La  televisión exigió algo más que entonación. Nixon perdió ante Kennedy en 1960 tras el primer debate presidencial televisado. La estética de los candidatos cobraba importancia y no bastaba la oratoria. Los "estilistas" aparecieron y buscaron candidaturas rejuvenecidas con buen aspecto y aceptable dicción.

Internet ha llegado y obliga a la clase política a conversar en las redes sociales. Se acercan las elecciones y FaceBook se llena de peticiones de amistad... por parte de políticos de quienes nunca habíamos tenido noticia. Los "logopedas" de los políticos del siglo XXI son los community managers de los partidos que están trabajando a destajo.

Convendría que los políticos entendiesen que no sólo se trata de trasladar "su" mensaje por más vías, sino de una "escucha activa de la ciudadanía". Quizá sea la hora de los "otorrinolaringólogos" para políticos...