Opinión

Paro social

Durante décadas ser progresista se ha considerado virtud de la izquierda y su significado ha sido transformar la sociedad para vivir mejor. El trabajo ha significado la dignidad y el medio de transporte de la clase obrera para luchar por una sociedad más justa e igualitaria.

Actualmente el trabajo es un útil para el chantaje y la extorsión a las capas más bajas de la sociedad. El gobierno Zapatero está llevando a la sociedad por un laberinto de medidas paliativas para dulcificar la agonía de millones de familias en paro. Las empresas sólo piensan en reajustar sus cuentas para seguir mejorando beneficios, y este reajuste significa destrucción de empleo. La llegada masiva de personas de otros países ha supuesto un déficit incuestionable en los derechos de los trabajadores y aumentar en cifras astronómicas el número de parados.

Que nadie se rasgue las vestiduras, los inmigrantes huyen del hambre y la injusticia en sus países de origen, pero son aprovechados en Europa para “FLEXIBILIZAR el mercado laboral y CONTROLAR los sueldos”. Hoy, según datos oficiales en que el paro ronda el 20% de la población activa, la clase trabajadora está desorganizada, sumisa y muda.

Los sindicatos UGT y CC. OO. administran el paro social y la desmovilización ciudadana mientras el PSOE continua de luna de miel con la extrema derecha en Navarra y Vascongadas como diría Franco. Hoy la prioridad de un progresista debe ser EL PAN, y con el dinero de la corrupción se puede dar mucho.