Opinión

Otra vertiente para las Jornadas de la Verdura

Las fiestas de la verdura de Tudela han cosechado de nuevo el éxito. Nuestra ciudad, durante tres fines de semana, ha acogido a cientos de visitantes que han podido disfrutar de los manjares de la huerta; sin embargo, el nombre oficial de “Jornadas” le viene grande a un programa en el que ha predominado lo lúdico y festivo, sobre lo didáctico, profesional y tecnológico.

Pamplona, por segundo año consecutivo, se adjudica, con el patrocinio del Gobierno de Navarra (aunque también con el de su propio Ayuntamiento) la celebración del 12 al 14 de mayo del II Congreso Internacional Vive las Verduras, y una proyección internacional de su nombre, a costa de los productos que predominan en el sur de la Comunidad foral. En la capital navarra se darán cita más de 50 cocineros nacionales y extranjeros, que ofrecerán clases magistrales, y se entregará el II Premio Reyno de Navarra-Vive las Verduras, que este año ha recaído en el cocinero Martín Berasategui. Son sólo dos de las numerosas citas programadas en este congreso, que tendrá como sede principal El Baluarte, un espacio multifuncional que le falta a Tudela y a la Ribera en general, y que, tal y como anunció el consorcio EDER, puede que nos llegue dentro de un tiempo, aunque desde el anuncio en enero de 2006 de esta posibilidad, no se ha vuelto a hablar del tema.

En cuanto a las Jornadas de Exaltación de las Verduras, bastante hace la Orden del Volatín (un grupo de amigos, ya de cierta edad, no nos engañemos, que vela por las tradiciones de nuestra ciudad) con organizar (este año ha delegado este menester en Eva Laita) un programa repleto de actos populares. Ahora bien, es el Ayuntamiento quien debe tomar las riendas de la otra vertiente que deberían tener las jornadas, yendo más allá. El programa de las verduras ha dotado a Tudela de unas segundas fiestas, que aportan ambiente a la ciudad, pero necesitamos abundar en el hecho de que Tudela y la Ribera se conviertan en un punto de encuentro entre la gastronomía, el sector agroalimentario, el turismo y la tecnología. Esa conexión entre las verduras, la sociedad y los turistas es tarea de todos para no agotar la idea y terminar aburriendo.