Opinión

Órgano común

La Constitución recoge en su artículo 145 la posibilidad de establecer convenios de cooperación entre Comunidades Autónomas, para la gestión y prestación de servicios propios de las mismas. En este mismo sentido se recoge en los diferentes Estatutos de Autonomía, incluido el Amejoramiento del Fuero.

En la época del tripartito navarro, con Otano de presidente, ya se intentó crear un órgano de colaboración permanente con la Comunidad Autónoma Vasca, siendo entonces presidente de la misma el señor Ardanza. Órgano que quedó abortado cuando UPN llegó al poder en el 96, al deshacerse el tripartito por el escándalo de la cuenta suiza de Otano sobre el cobro de comisiones ilegales.

Los protocolos de colaboración, para asuntos puntuales, con las comunidades autónomas limítrofes de Aragón y La Rioja se han efectuado y no ha pasado nada. ¿Por qué entonces tanto problema con crear un órgano permanente con la CAV?

La respuesta es fácil y contundente, las pretensiones de la CAV no son las mismas que las del resto de comunidades vecinas. La CAV pretende la anexión de Navarra para constituir su fantasía de nación vasca. No constituye este órgano común para la colaboración con lealtad y respeto institucional, sino para la absorción y liquidación de Navarra como Comunidad propia y diferenciada. Las últimas declaraciones de Patxi López, secretario general del PSE-PSOE, apostaban por un órgano común permanente con Navarra, defendiendo “una soberanía con dos ámbitos de decisión”. Lo mismo que defiende Batasuna-ETA. Pero, además López manifestó que al PSN-PSOE no le parecía mal. Confirmaciones y desmentidos posteriores que no han aclarado la predisposición o no del PSN-PSOE a constituir un órgano común permanente con la CAV si alcanzan el poder en Navarra. Las declaraciones del candidato del PSN son un puro ejercicio de demagogia y ambigüedad calculada para terminar no diciendo nada. La claridad no es su mejor argumento y de ahí le viene, entre otras cosas, su falta de credibilidad.

No nos engañemos, el PSE-PSOE está inmerso en el proceso de rendición de Zapatero y cuando López actúa y hace declaraciones siempre es con la autorización previa de su secretario general y el conocimiento absoluto de la dirección nacional del partido. Por lo tanto, lo que Puras quiera o diga, para consumo interno de Navarra, no está refrendado por su partido, el PSOE, y queda constantemente desautorizado por las palabras y los hechos. Recordemos que no han tenido autonomía para elegir su propio candidato, que les ha sido impuesto desde Madrid, y nos quieren hacer creer que la política del PSOE en Navarra la decide el PSN. Piden a los ciudadanos un acto de fe para creer en lo que unas veces dicen, otras insinúan y la mayoría no aclaran, pero la fe no es sinónimo de estupidez. Al decir no, ahora no es oportuno, no se dan las circunstancias para su creación, no pienso en la reedición del órgano común… parten de la premisa falsa de que el PSN-PSOE gobernará en solitario para concluir que no necesitaran pactar para gobernar. Esa es su contestación, sin responder, a los pactos post-electorales. Pero, si no tienen mayoría, según dicta la lógica elemental, gobernarán en coalición con los nacionalistas vascos como ya lo están haciendo en muchos municipios navarros.¿Entonces qué? ¿Cuál será el peaje?

La integración de Navarra en el País Vasco no es viable de inmediato, por lo que la solución transitoria, previa al adoctrinamiento del pueblo navarro en las bondades de ser vascos, según Batasuna-ETA, pasa por el órgano común permanente al que cederían las competencias ambas autonomías, como antesala de la creación de su Euskal Herria.

Que no nos mientan, si Puras quiere que los navarros le crean lo tiene fácil, que manifieste claramente su intención firme y convencida de que no pactará con los nacionalistas para acceder al gobierno de Navarra y que defenderá la identidad de Navarra como comunidad propia y diferenciada dentro de la nación española. Entonces podremos empezar a creer que efectivamente Navarra no corre peligro de anexión y que no se reeditará el órgano común permanente como anticipo de su desintegración. Todo lo demás se queda en humo de artificio para ocultar las verdaderas intenciones, marcadas por la hoja de ruta de Batasuna-ETA, y seguidas al pie de la letra por Zapatero.