Opinión

Obama y Putin: ¿El retorno de la Guerra Fría?

Relaciones Institucionales

El mandato de Obama comenzará bajo el signo de la "Obamamanía", fenómeno sociológico que logrará que una persona sin experiencia ni ideario político conocido se convierta en icono de masas, insufle vientos de cambios y devuelva la ilusión y la esperanza a una sociedad americana hundida en la recesión, con lacerantes desigualdades sociales y una significativa erosión de su imagen en el mundo tras los sangrantes episodios de vulneración de los Derechos Humanos en Irak y Guantánamo.


Mientras tanto Putin (silenciando las voces y medios de comunicación disidentes mediante el miedo escénico, la asfixia económica y las vías expeditivas), intentará la desaparición de la oposición propia de los países democráticas y la instauración del oficialismo: doctrina política que conjuga las ideas expansionistas del nacionalismo ruso, las bendiciones de la todopoderosa Iglesia Ortodoxa, los impagables servicios del FSB (sucesor del KGB) y la exuberante liquidez monetaria conseguida por las empresas energéticas (GAZPROM).

Política Económica

La no consecución de la supermayoría en el Senado (60 escaños), le obligará a buscar el consenso con los republicanos en las prioridades legislativas para evitar que la minoría republicana utilice la práctica política de torpedear proyectos de ley mediante tácticas dilatorias ("filibustering") y de no lograrse el necesario consenso, la presentación de propuestas avanzadas socialmente (Ley de Inmigración; Ampliación de la Cobertura Sanitaria; Aumento del Salario Mínimo y Reducción de Impuestos) corren el riesgo de quedar aplazados "sine die" o nacer descafeinados tras su tramitación parlamentaria.


La prioridad de Putin será la reforma de la Constitución para poder optar a un tercer mandato presidencial en las Elecciones Presidenciales del, para lo cual es necesario el voto favorable de los 2/3 de los Diputados de la DUMA (cifra que se corresponde con el número de diputados de su partido Rusia Unida). El objetivo inconfeso sería perpetuarse en el poder hasta el 2018 (previa aprobación en la Duma de la ampliación del mandato presidencial) para hacer realidad el nacimiento de la Nueva Gran Rusia y regresar a escenarios ya olvidados del Partido Único y de un poder personalista autocrático, al reunir en su persona la Jefatura del Estado y la Presidencia del Partido.

Política Social

Una de las primera iniciativas de Obama será la Implantación de estrictas medidas de regulación y supervisión de las entidades bancarias y brokers hipotecarios que sirvan de base para el posterior paquete de medidas de estimulación de una economía inmersa en la recesión ,con casi 10 millones de desempleados y una escalofriante Deuda Externa de 12 Billones de Dólares. Previsiblemente seguirá utilizando medidas keynesianas para intentar superar la crisis económica aunado con un incremento faraónico de las inversiones en infraestructuras (con el objetivo de dinamizar la estancada actividad económica y crear la friolera de 3 millones de puestos de trabajo), la subida del salario mínimo y la reducción de impuestos para favorecer el consumo privado.


Por su parte, Putin mantendrá previsiblemente su política de Pragmatismo económico (economismo) con la Modernización de las Infraestructuras del Transporte y Energéticas y el Desarrollo de Nuevas Tecnologías aprovechando la exuberante liquidez proporcionada por los ingresos del petróleo y los sucesivos superávits por cuenta corriente conseguidos desde el 2000 y la exigua Deuda Externa (1/2 Billón de Dólares ).


Sus principales Talones de Aquiles serán la desbocada inflación (estimada en el 12% para 2008) y la excesiva dependencia de las exportaciones de gas y petróleo (70% de los ingresos provienen de estas vías), por lo que la previsible contracción del mercado del crudo originada por el agravamiento de la crisis económica global tendrá un severo impacto en el volumen exportador y la consiguiente reducción del Superávit.

Política Exterior

Caso de agravarse la crisis económica, asistiríamos en EEUU a un posible hundimiento bursátil y la brutal reestructuración de la industria automovilística (llegando las tasas de paro a niveles desconocidos desde la II Guerra Mundial) lo que conllevaría frecuentes estallidos de conflictividad laboral y la agudización de la fractura social del país.


Asimismo, quedarían diluidas las bondades de sus avanzadas propuestas sociales (Ley de Inmigración; Ampliación de la Cobertura Sanitaria y Mejora de la Educación Pública), obligando a amplias capas de la población ( especialmente negros e hispanos) a depender de los subsidios sociales, lo que unido al renacer de sentimientos xenófobos en los Estados Sureños y las soflamas incendiarias de líderes religiosos como Jeremías Wright podría terminar por reeditar los violentos disturbios raciales del verano de 1.963.


En el caso de Rusia, asistiríamos al hundimiento bursátil; la contracción severa de las exportaciones de gas y petróleo; la previsible devaluación del rublo (con el consiguiente encarecimiento de las importaciones y el brutal incremento de los precios de productos básicos ) y la subida de los tipos de interés, lo que obligará a amplias capas de la población rusa a vivir en umbrales de pobreza y depender de los subsidios sociales; debiendo acelerar Putin la anunciada Reducción de la Burocracia y quedando diluidos los efectos benéficos de sus objetivos de impulsar la Vivienda y Sanidad Públicas.