Opinión

Moderación punitiva

Los miembros del Gobierno central y los del Ejecutivo Foral, así como los Parlamentarios navarros, han decidido congelarse el sueldo en 2010, como ya hicieran el año pasado. Parece ésta una medida excepcional o al menos ejemplar. Pero viendo sus sueldos de vértigo más parece una broma. Sobre todo si partimos de la base de que la media del personal, en Navarra, -que dicen que andamos bien- percibe unos 27.000 euros al año.

El Presidente Sanz se lleva 81.593 euros -si bien nadie parece saber lo que además le apoquinan de Caja Navarra-. Por su parte, la Presidenta del Parlamento Foral, Elena Torres, cobra 79.557; y los Parlamentarios con dedicación plena 52.020,08. Casi nada comparados con los de otras comunidades autónomas -es cierto- y una propina si miramos hacia la Casa Real, ese pisito virtual de Babel a la que los Presupuestos Generales del Estado le arriman 8,9 millones de euros al año sin supervisión ni control alguno. Al igual que ocurre con cuantos regalos le caen -que nadie supervisa y bien podrían servir a los reyes de verdad, esos del día 6-.

Sin duda, comparados con los 91.982,40 de Zapatero, o los 86.454,36 de Aído o de la Vega. O con lo que le den (nunca mejor dicho) a la Interplanetaria Leire Pajín, están bien pagados en esa correlación lógica de ser y hacer... En ese equilibrio que da la relación del sentido común: Calidad y Precio.

En cualquier caso, deduzco que nos sale cara tanta mesura. Yo privatizaba el servicio y repartiría el dividendo.