Opinión

LOS CONSEJEROS Y CONSEJERAS NO SE MOJAN

Hemos asistidos estas dos semanas en el Parlamento, a la presentación de los proyectos de los diferentes Consejeros del Gobierno de Navarra para los cuatro próximos años.

Y tengo la impresión de que las intenciones de este Gobierno en minoría se concretaron en las dos primeras sesiones, las que centraron los Señores Caballero y Miranda.


El señor Caballero porque tiene en sus manos la responsabilidad de dirigir y perseguir las políticas de los diferentes departamentos y por otra parte la política de asunción de nuevas competencias. Y llegados a este punto hay que decir, que la competencia que este Gobierno de Navarra pretende para este nuevo período es la misma de siempre, tráfico. Por tanto pocas novedades, ahora que está tan en boga lo de las consultas, podía solicitar ese derecho para nuestra Comunidad. Pues ni eso.


Y respecto al señor Miranda su responsabilidad reside en que es el que dispone de la cartera y por interés estratégico ésta va a tener menos dinero contante y sonante. Por decisión del Gobierno, bajarán los impuestos y con esto pretenden contentar a todos. Pero ya sabemos que a quien fundamentalmente contentan es a los que tienen más renta, en definitiva a los de siempre. En esto hay que reconocerle a este Gobierno su claridad, hace una política de derechas de libro.


La consecuencia inmediata de esta decisión es que por mucho que los demás Consejeras-os se esfuercen en hacer un discurso detallado de cuáles son sus sueños para estos cuatro años, la realidad es que hay menos dinero en caja, decidido por su Gobierno y lógicamente no podrán hacer las maravillas que cuentan.


Hay menos dinero y hay menos estado autonómico que de solución a los problemas que todavía no están resueltos. La consecuencia es que derechos tan básicos y fundamentales como que, la educación, la sanidad, los servicios sociales, tengan mejor calidad que es lo que la mayoría queremos, no va a ser así. Allí donde no llega el Gobierno deliberadamente, será la iniciativa privada la que de respuesta. Y es conocido que cuando el servicio público languidece, el personal busca en lo privado resolver sus necesidades. Los ejemplos están en la sanidad con las listas de espera, en guarderías públicas que son insuficientes y en atención domiciliaria que no se aumenta el servicio y así en un largo etcétera.


Es curioso cómo ninguno de los consejeros-as, se compromete a determinar qué cuantía de la riqueza que entre todos generamos va a dedicar a su departamento. Este compromiso de gasto es lo que verdaderamente hace creíble a un Gobierno. Comprometiéndose a dar un impulso a los servicios públicos en correspondencia al nivel que tenemos en esta Comunidad. Pero es evidente que el Gobierno de UPN-CDN es un ardiente defensor de las políticas neoliberales en lo económico, lo ponen en práctica con el modelo de cuanto menos peso tenga el estado autonómico, mejor.


Sin embargo con la mayor desfachatez gastan de los fondos públicos lo que sea necesario para satisfacer los intereses de las constructoras, cuando deciden que una autovía se ponga en funcionamiento antes del tiempo previsto. Modificando contratos por medio de órdenes forales.


Por tanto y a resultas de lo que den de si los Presupuestos Generales de Navarra, desde la responsabilidad de mi grupo parlamentario trabajaremos en los problemas que creemos preocupan a la mayoría de los ciudadanos. Hemos planteado una serie de iniciativas en forma de proposiciones de ley como por ejemplo, la gratuidad de los libros de texto en la educación obligatoria, la cobertura en salud buco-dental a todas las personas que tengan reconocida una minusvalía superior al 33%, que se reconozca por ley el derecho a una pensión equiparable al Salario Mínimo Interprofesional para aquellas personas que tenga un grado de minusvalía del 65%.


Estas son las primeras de una serie de proposiciones de ley, que hemos presentado para mejorar y garantizar derechos a las personas que lo necesitan. Hoy estamos en condiciones de conseguirlo, porque la mayoría del parlamento es progresista y estoy segura de que el gasto público lo va a orientar en estos y otros problemas no resueltos en Navarra, que son bastantes.