Opinión

Lo que necesita la juventud

Hoy se cumplen cien días desde que la consejera de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deporte, Mª Isabel García Malo, presentó el nuevo Instituto Navarro de la Juventud. Ya sé que forma parte de la práctica política conceder cien días de gracia a todo Gobierno que se estrena. No obstante, creo que las jóvenes y los jóvenes no podemos esperar más. Necesitamos, con urgencia, que por fin en Navarra se lleve a cabo una verdadera política de Juventud.

Porque son ya muchos los años de olvido y dejadez. Porque hemos sido la única Comunidad Autónoma que todavía no contaba con un organismo autónomo o una dirección general de Juventud. Y porque nuestro Gobierno no ha sido capaz de mirar más allá del ocio y el tiempo libre cuando hablaba de Juventud.

Esto ha llevado al Consejo de la Juventud de Navarra (CJN) a elevar al nuevo Instituto Navarro de la Juventud las diez medidas que creemos que debe adoptar, con la mayor rapidez posible, para que, por fin, podamos construir entre todas y todos una verdadera política de Juventud.

Así, en primer lugar, el Consejo de la Juventud de Navarra considera que desde el Instituto Navarro de la Juventud se debe promover un plan de emancipación juvenil que tenga como objeto adecuar los precios de la vivienda en compra y alquiler al salario medio que perciben los y las jóvenes, y que preste una atención especial a quienes tengan mayores dificultades para emanciparse (mujeres jóvenes, inmigrantes, personas discapacitadas…). Asimismo, el Consejo de la Juventud también considera que este plan de emancipación se debe adentrar en buscar soluciones alternativas al problema de la vivienda. Acompañando a esta medida, el CJN propone la creación, en colaboración con el Consejo de la Juventud de Navarra, de una oficina de emancipación juvenil que oriente y asesore a las jóvenes y los jóvenes en materias de empleo, formación y vivienda. Además de realizar estudios sobre la situación y desarrollo de las políticas de vivienda dirigidas a la juventud.

En segundo lugar, el Gobierno de Navarra, junto con los agentes sociales, debe proponer políticas activas de empleo, que permitan el acceso de la juventud a un trabajo con derechos y de calidad, tanto en el sector público como en el privado. Reduciendo, de esta forma, la creciente tasa de temporalidad y precariedad en los contratos de la gente joven. A la vez que solicita que se garantice el derecho a la libre sindicalización y se promuevan políticas encaminadas a la reducción de los accidentes laborales entre la juventud.

En tercer lugar, el Consejo de la Juventud destaca la elaboración y desarrollo de un plan de juventud para los próximos años, que esté adaptado a la realidad juvenil y que cuente con la participación de las personas jóvenes durante todo el proceso de elaboración y desarrollo, garantizando así su derecho a decidir.

En cuarto lugar, el Instituto Navarro de la Juventud deberá impulsar a todos los Ayuntamientos de Navarra a que destinen, como mínimo, el 1% de su presupuesto a políticas de juventud. A la vez que se garantice la existencia de espacios públicos gestionados por la propia juventud.

En quinto lugar, el Consejo de la Juventud considera que el nuevo Instituto de Juventud debe estudiar, analizar y reconocer, con carácter urgente, la nueva realidad asociativa de los y las jóvenes en Navarra. Garantizando, a su vez, el derecho de asociación, reunión y manifestación sin discriminación alguna por razones de procedencia, etnia, religión, ideología, sexo u orientación sexual.

En sexto lugar, el nuevo Instituto de la Juventud deberá velar para que la juventud navarra tenga garantizado el derecho a estudiar y vivir en euskera. Cualquier joven tiene derecho, en cualquier situación cotidiana, a expresarse en euskera y para ello debe garantizarse la normalización del euskera en toda Navarra y en todos los aspectos de la vida.

En séptimo lugar, desde el Gobierno de Navarra, se debe posibilitar una igualdad de oportunidades real para los y las jóvenes del medio rural, haciendo especial hincapié en cuestiones claves como la formación, la movilidad, las infraestructuras y recursos sociales y la promoción de medios informáticos y el acceso gratuito, a través de banda ancha, a Internet.

En octavo lugar, considera también necesario que el Instituto Navarro de la Juventud establezca mecanismos que garanticen, en todos los ámbitos, una igualdad de oportunidades efectiva entre mujeres y hombres jóvenes. Asimismo, el Instituto de Juventud deberá impulsar y apoyar planes integrales educativo-asistenciales que favorezcan la promoción de la salud sexual y reproductiva de la gente joven. Deberá también proponer al Departamento de Salud la creación de un Centro de Salud Sexual y Reproductiva específico para jóvenes.

En noveno lugar, el CJN solicita que se adapte la adjudicación de subvenciones a la realidad del movimiento asociativo juvenil, promoviendo convenios y subvenciones plurianuales. Así como garantizando la presencia del Consejo de la Juventud de Navarra en las comisiones adjudicatarias por derecho propio y desarrollando informes preceptivos.