Opinión

Libertad ejercitada

No nos encontramos ante la típica impostura encontrada -agnóstico o ateo- que se da llegado determinado momento. La cita con las urnas de este domingo es, sin duda alguna, la única forma ordenada de cambiar lo incambiable, de romper este Statu quo, de revolucionar, desde dentro, esta Sociedad. Guste o no, el hecho de ejercer el derecho inalienable al voto es la mejor forma de mejorar este sistema que nos rige. ¡Píenselo seriamente!



Reina la apatía, es cierto, pero determina la actualidad por el interés de los poderosos, aquellos que hacen de la Democracia su particular corral, su productor cortijo, su rentable Estado. Por ello, espero que los comicios del día 20 movilicen a las masas, porque ésta es la forma de manifestar, realmente, la opinión pública y de hacer que se obre en consecuencia.



Lo otro, es el caos, el vacío, la absurda e interesada escalada de

la revuelta... ¡Y la historia ya conoce de sobra la aprovechada pesca que produce el río de la discordia!



El desorden, en este cainita orden, sólo es rentable para el que sabe esperar y, de hecho, ya está esperando. ¡No nos equivoquemos!



Las masas renqueantes tras iniciativas e inquietudes como las de un sinfín de movimientos sociales, amparadas en la abstención, sólo consiguen que todo parezca cambiar para seguir igual de mal...



Tengo un amigo que aboga por la desobediencia civil y a lo sumo por el voto nulo, y a este tipo de sensibilidades sólo cabe decirles que más vale malo conocido que un ideal de verdad irrealizable.