Opinión

Las embarazadas en bikini

Como las modas cambian, el uso del bikini no iba a ser menos, no sólo se

extiende su uso con independencia de las "chichas”, las edades y otros pormenores que podrían, y en ocasiones, deberían de restringir un poco, y

digo un poco su uso.

No quiero ahora entrar a la posible estética, del uso de la prenda de

baño, así como al de otras modas, como puede ser el “top lees”, o el tan

de moda uso del “tanga” (sea el culo del tamaño que sea).

No quiero tampoco, que nadie piense que pretendo ir por la playa con los

ojos cerrados, simplemente, de la misma manera que aprecio la belleza,

admiro el recato, y afirmo, que existe más belleza en aquello que en vez

de mostrarse, deja adivinar su perfecta formación.

Pero centrándome en lo que puede llegar a ser un problema referido en el

título, cada vez son más, en piscinas y playas las mujeres embarazadas que

utilizan esta prenda de baño, compuesta de dos piezas, al uso de la más

simple y reducida ropa interior.

Hace unos años, los llamados baños de sol alcanzaron el beneplácito de

unos y otros, incluidos los dermatólogos, claro está, que cuando de algo

que en cierta medida puede resultar hasta saludable, cuando se abusa, o se

hace mal uso, puede terminar por ser no solo perjudicial, sino que además

dañino.

Los mismo dermatólogos aludidos anteriormente, hoy casi aconsejan eludir

los rayos solares, el problema de patologías cutáneas con causa en la

exposición a los rayos del astro rey, van en vertiginoso ascenso, y bien

porque los filtros naturales no son suficiente, o por usar mal, o abusar,

el sol nos está haciendo daño.

Las tripas, de las embarazadas se lucen ahora al sol, y si la mujer en su

“estado de buena esperanza” resplandece de belleza, no es que lo sea por

la formación de la “barriguilla”, pero además, se está planteando más que

en serio lo perjudicial que puede llegar resultar la exposición a los

rayos solares de la madre.